Poseer una identidad es un derecho humano de cualquier ciudadano y, al mismo tiempo, es parte de las obligaciones que un Estado tiene para con sus ciudadanos; en este sentido el acta de nacimiento es tanto el primer reconocimiento de la existencia de un individuo, como el primer instrumento legal con que cuenta una persona para demostrar su identidad.
La identidad -siguiendo el ejemplo del acta de nacimiento- que proporciona un Estado incluye el nombre, el apellido, la fecha de nacimiento, el sexo y la nacionalidad de un individuo. Además, es la primera prueba de la existencia de una persona como miembro de una sociedad, como parte de una nación, y es aquello que lo caracteriza y lo diferencia de las demás ciudadanos.
Actualmente, el desarrollo de la tecnología y la presencia de Internet en todos los ámbitos de la vida de los seres humanos ha llevado a que cualquiera pueda crear su ‘identidad digital’ en línea, la cual se compone, además del conjunto de características que identifican a los individuos dentro de Internet, de todas aquellas informaciones publicadas por ellos y sobre ellos.
En contraparte, algunos de los dueños de esa ‘identidad digital’ han tenido problemas de reputación cuando les es robada, pues, aunque carente de validez legal, su uso indebido puede llevar a tener problemas de reputación que afecten sus empleos o negocios. Al mismo tiempo, esos hurtos no pueden ser castigados en México por no existir legislación federal que penalice estos actos, a pesar que, como país, ocupamos uno de los 10 primeros lugares en robo de identidad y padecemos los daños ligados a fraudes por suplantación de identidad, de acuerdo con diversos organismos autónomos en materia de transparencia.
Es importante resaltar que la suma de la identidad digital con la identidad que tenemos fuera de línea, en el llamado ‘mundo real’, ha producido la llamada ‘identidad real’, y a pesar de que la primera no tenga validez legal sí puede ayudar a tener mejores oportunidades de empleo o negocios a una empresa, organización o individuo.
Ante esta nueva forma de definirnos digitalmente en Internet (un ambiente que no tiene fronteras), ¿Cuál debería ser la función del Estado sobre la identidad digital de cada individuo? ¿Cómo podría aprovechar el Estado las ventajas de la tecnología para facilitar los trámites para actualizar y renovar la identidad de cada ciudadano?
¿Nueva identidad o extensión de la existente?
La identidad digital actual en la web y redes sociales se forma, en muchos casos, a partir de la identidad legal que todos tenemos (acta de nacimiento o credencial del IFE, por ejemplo), y aunque existen personas que adoptan seudónimos o bien ocultan a propósito cualquier información que los identifique, nos interesa referirnos a la identidad digital legal que permita a cualquier ciudadano realizar trámites en los sitios web de dependencias públicas cuyo resultado tiene validez jurídica.
Aunque en México los ciudadanos ya realizan por lo menos un trámite en el que utilizan su identidad digital, como es el caso de la expedición de facturas ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT) que forma parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, existen muchos otros en los cuales los ciudadanos solamente pueden tener certeza jurídica mediante documentos físicos porque la ley así lo dicta.
Al mismo tiempo, el gobierno mexicano trabaja ya en el Certificado Electrónico de Nacimiento (CEN) el cual es un formato único nacional establecido por la Secretaría de Salud, gratuito y obligatorio, con carácter individual e intransferible, mediante el cual se hace constar el nacimiento de un nacido vivo y las circunstancias que acompañaron el hecho.
El CEN es la versión electrónica del ya existente Certificado de Nacimiento, el cual puede tener una versión impresa y es el principio de la identidad digital única en salud, e incluye la Cartilla Electrónica de Vacunación y el Expediente Clínico Electrónico, así como la integración de la información biométrica de pacientes, todo lo cual es parte de la Estrategia Digital Nacional.
Asimismo, el CEN es el primer paso para generar el acta de nacimiento y la Clave Única del Registro de Población (CURP), aunque hasta el momento sólo ha sido implementado en el Instituto Materno Infantil del Estado de México de Toluca, Estado de México; en el Hospital General Las Américas de Ecatepec, Estado de México; y el Hospital Regional Universitario en Colima, Colima.
Los ejemplos anteriores muestran que las reformas a la ley son parte del camino necesario para que la identidad digital legal sea adoptada e impulsada por todas las oficinas del Gobierno mexicano, aunque otra ruta es simplificar la facilidad de uso de las interfaces digitales para que los ciudadanos las utilicen cada vez más.
Experiencias sobre Identidad Digital en el mundo
Estados Unidos. La Casa Blanca presentó en 2010 un borrador de su Estrategia Nacional de Identidades Confiables en el Ciberespacio (National Strategy for Trusted Identities in Cyberspace, NSTIC), la cual fue desarrollada por el Departamento de Seguridad Interior y se propone garantizar la identificación, ya sea de personas, organizaciones e instituciones, sin equivocaciones y mediante Internet.
Argentina. Los ciudadanos poseen un DNI (Documento Nacional de Identidad) con una huella digital, firma autógrafa y fotografía, el cual es emitido para cualquier ciudadano de ese país, incluyendo a los recién nacidos. Por su lado, el pasaporte que se entrega a los ciudadanos argentinos incluye un chip electrónico con información biométrica que permite identificar al dueño del documento sin falla alguna, debido a esto los ciudadanos de ese país pueden acceder a 147 países sin necesidad de visa.
Colombia. El Plan de gobierno Vive Digital 2014 – 2018, propone crear una ‘carpeta ciudadana’ que le proporcionaría a cada colombiano su identidad digital de tal forma que cada ciudadano tenga un espacio gratuito en Internet en el cual estén almacenados todos los datos relacionados con el Estado. De esta manera, en ese espacio estarían el registro civil, la tarjeta de identidad, la cédula de ciudadanía, el pasaporte y la licencia de conducir.
Estonia. En este país báltico cada ciudadano tiene derecho a la identidad autenticada: a cada recién nacido el hospital emite un certificado de nacimiento digital con lo cual su seguro de salud inicia automáticamente. Además todos los residentes de este país mayores de 15 años cuentan con tarjetas electrónicas de identificación, que se usan en el cuidado de la salud, banca electrónica y las compras, para firmar contratos y cifrar el correo electrónico, como los billetes de tranvía, e inclusive para votar.
Esfuerzos recientes en México
La Comisión Intersecretarial Para el Desarrollo del Gobierno Electrónico, establecida el 9 de diciembre de 2005 durante el gobierno de Vicente Fox, recientemente creó la Subcomisión de identidad digital y firma electrónica, anteriormente llamada Subcomisión de Firma Electrónica Avanzada, y que en principio tenía el objetivo de coordinar las acciones necesarias para la homologación, implantación y uso de la Firma Electrónica Avanzada en la Administración Pública Federal.
Asimismo, México será sede del International Identity Summit (Cumbre Internacional sobre Identidad) en noviembre de 2015, evento en el que participarán Australia, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Israel, Japón, México, Nueva Zelanda, Suecia y el Reino Unido, durante el cual se intercambiarán experiencias y conocimientos acerca del manejo de la política de identidad en cada país, así como sobre autenticación, federación y servicios digitales, para fomentar la cooperación técnica en materia de identidad digital.
Por su parte, el Estado de Veracruz anunció la puesta en marcha de su cédula única de identidad, con la cual, ‘A partir de la construcción de un banco de datos, lograremos que cualquier ciudadano veracruzano cuente con todos y cada uno de sus documentos, como la homoclave, el acta de nacimiento, la licencia de conducir y títulos de propiedad en una sola base de datos, incluso antecedentes penales’, según el secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón.
Finamente, si bien la identidad digital es necesaria y representa grandes beneficios para mejorar los servicios públicos, debe considerar el respeto a los derechos humanos de los mexicanos, así como estrictas medidas de seguridad para mantener a salvo los datos de los ciudadanos del país.
Por Edgar Vásquez Cruz