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Autenticación de dos factores en evolución: más allá del código SMS

La próxima generación apuesta por autenticación continua, biometría facial y monitoreo en tiempo real en una sola acción fluida

En un entorno donde los ciberataques avanzan al mismo ritmo que la tecnología, la autenticación de dos factores (2FA) ya no ofrece la protección infalible que alguna vez prometió.

A pesar de haber sido considerada durante años como el estándar de oro en ciberseguridad, hoy está siendo superada por técnicas cada vez más sofisticadas: desde ataques de phishing hasta identidades sintéticas generadas con inteligencia artificial.

El modelo tradicional de 2FA, que combina una contraseña con un segundo elemento como un código por SMS, una aplicación o la biometría, presenta vulnerabilidades en los lapsos de tiempo entre cada paso. Es justamente en ese intervalo donde los atacantes encuentran la oportunidad para interceptar el proceso y tomar control de la sesión.

 

Un paso adelante: autenticación continua y unificada

La nueva generación de autenticación aborda estos desafíos con un enfoque innovador: fusionar todos los factores en una sola acción, sin interrupciones. Esta tecnología integra reconocimiento facial, detección de vida y monitoreo en tiempo real de la sesión, permitiendo validar la identidad y el comportamiento del usuario desde el inicio hasta el final de la interacción.

Mediante el uso de la cámara del dispositivo, el sistema verifica que el usuario legítimo se mantenga presente durante toda la transacción, evitando suplantaciones o manipulaciones externas, incluso si provienen de malware o troyanos. Por ejemplo, es capaz de confirmar que quien realiza un pago digitó un monto de 5,000 y no fue modificado a 50,000 por un actor malicioso.

A diferencia de los métodos tradicionales, esta solución no centraliza los datos biométricos, sino que los fragmenta y protege, dificultando su exposición en caso de un intento de hackeo. Todo ocurre dentro de un flujo de seguridad unificado que valida tanto la identidad como cada acción del usuario.

Además de incrementar la seguridad, esta tecnología reduce la fricción y mejora la experiencia del cliente, eliminando la necesidad de contraseñas o códigos de verificación externos.

Frente a una realidad digital en constante evolución, la autenticación continua y biométrica se perfila como el nuevo estándar para garantizar transacciones seguras, ágiles y libres de fraude.

Fuente: Nubatech