Utilizar el cómputo en la nube o no hacerlo ya no es un asunto que deba cuestionarse. Lo que ahora sería importante saber es: ¿cuál es el modelo adecuado de Cloud Computing para cada organización en particular?
En su encuesta anual de ejecutivos en la industria de la tecnología, “2013 Technology Industry Business Outlook”, la consultora KPMG concluyó que la computación en la nube será uno de los mayores impulsores de ingresos para las empresas en los próximos tres años. Asimismo, la mayoría de las compañías encuestadas ya tenían o están en el proceso de adoptar dicha tecnología, mientras que sólo 15% no la tiene o no planea usarla en un corto o mediano plazo.
La computación en la nube tiene diferentes opciones. Existen las nubes públicas, privadas e híbridas. Por lo tanto, ¿cuáles son las ventajas de cada tipo de nube y cómo decidir cuál es la óptima para cada compañía? Además del tamaño de una organización, existen otros factores que determinan una sabia decisión. Entre los más importantes se encuentra el nivel de seguridad y control necesarios, así como el tipo de industria al que pertenece.
Éstas son algunas de las características de cada esquema, de acuerdo con FJ Gould, director ejecutivo de Operaciones y director de Canales VMware América Latina.
Nube pública
La nube pública es un conjunto de servicios, aplicaciones, redes de computación e infraestructura suministrados por un proveedor a través de Internet. Su popularidad se debe a que la configuración es rápida y fácil, ya que el hardware, aplicaciones y ancho de banda están proporcionados por el mismo proveedor. Muchas compañías ofrecen estas nubes con el modelo de negocios de pago por uso.
Su ventaja principal es la economía de escala, ya que los gastos son compartidos entre todos los usuarios, similar a la compañía de electricidad en la que cada cliente paga por lo que consume. Otra importante ventaja es la habilidad de incrementar la capacidad de computación según las necesidades particulares y que el proceso es transparente para el usuario.
La nube pública es la mejor opción para una empresa si:
- Las aplicaciones son usadas por muchas personas desde diferentes tipos de dispositivos. Por ejemplo, correo electrónico.
- Requiere una capacidad de computación adicional que cubra la demanda en tiempos de mayor utilización.
- Necesita un entorno donde pueda desarrollar y evaluar aplicaciones con rapidez.
- Colabora en proyectos con otras compañías.
Como su nombre lo indica, la nube privada replica la funcionalidad de la pública, pero es para el uso exclusivo de una sola organización. Esta nube le permite al negocio almacenar aplicaciones en la nube, al mismo tiempo que ofrece un altísimo nivel de control y seguridad, pero requiere de una mayor inversión de capital. “Las nubes privadas pueden estar administradas y localizadas físicamente dentro de la organización o pueden ser administradas por un tercero”, aclara el recientemente nombrado Director Ejecutivo de Operaciones de VMware Latinoamérica.
Se debe optar por la nube privada si:
- El control y la seguridad de sus aplicaciones y data son críticos.
- El negocio está inmerso en una industria con leyes estrictas de seguridad y privacidad de datos, por ejemplo, el cuidado de la salud.
- Quiere tener mayor control, rendimiento y, al mismo tiempo, disfrutar de las ventajas de la nube.
- La compañía tiene los recursos para administrar una nube privada de forma eficiente.
Nube híbrida
Por último, las nubes híbridas combinan dos o más nubes (públicas y privadas) de múltiples proveedores que, si bien permanecen como entidades separadas, se unen para aprovechar las ventajas de cada esquema. Por ejemplo, en una nube híbrida se puede usar los recursos de la nube pública para aumentar la capacidad de procesamiento de su nube privada en horas pico de consumo de ancho de banda sin la inversión de capital que esto implicaría. El reto más grande de estas nubes es unificar la seguridad y cerciorarse de que todos los proveedores se puedan comunicar entre sí.
Éstos son algunos de los casos donde las nubes híbridas tienen más sentido de ser elegidas:
- Usar la nube pública para los clientes de tecnología de la información externos y la privada para los internos.
- Su compañía ofrece servicios destinados a diferentes mercados. Puede usar una nube pública para interactuar con los usuarios al mismo tiempo que mantiene sus datos protegidos en su nube privada.
- Necesita aumentar la capacidad de una nube privada pero no quiere invertir o no dispone del capital para la infraestructura.
- Desea usar una aplicación SaaS, Software-as-a-Service, como un servicio para una compañía en la nube pública, pero está preocupado acerca de la seguridad. El proveedor de la aplicación puede crear una nube privada exclusivamente para la compañía dentro de su firewall.
Según lo aquí expuesto, la computación en la nube es más sencilla de lo que parece. Existen tanto similitudes como diferencias entre los tres modelos.
“Es clave que se realice un análisis detallado de la infraestructura actual de tecnología de la información, la forma en que es usada y, sobre todo, sus requerimientos presentes y futuros”, recuerda Gould, “de esta manera, se podrá seleccionar el tipo de Cloud que cubrirá óptimamente sus necesidades, y le dé la infraestructura y el apoyo para alcanzar los objetivos de la organización”, concluye el ejecutivo.