Eludiendo regulaciones del Continente Europeo, es posible construir armamento semiautomático en casa con una impresora 3D china de 250 euros.
El FGC-9 y una persona, bajo el seudónimo JStark, son los protagonistas de un documental del periodista británico Jake Hanrahan y que lleva en YouTube medio millón de visualizaciones.
JStark muestra en un bosque remoto de Europa occidental la capacidad de su fusil semiautomático, diseñado este año y que dispara balas de 9 mm que también son fabricadas en casa.
‘Funciona prácticamente como un fusil normal. He estado alrededor de muchas armas en los últimos siete años en zonas de conflicto, pero más allá de que tiene una pinta extraña, si no hubiera sabido que era una arma impresa, no me hubiera parecido a primera vista, incluso tocándola no parecía de plástico’, señaló JStark.
‘Hay distintas personas en varios países europeos que han construido un FGC-9, aunque para preservar mis fuentes, no puedo decir más’. Son armas no reguladas y sin ningún tipo de control de fabricación.
‘JStark es la persona más peligrosa que conocido’, dice Hanrahan en el documental. JStark es miembro de una comunidad online de cerca de 20,000 personas llamada de Deterrence Dispensed (disuación repartida) y que tiene dos principios básicos: libertad de expresión absoluta y libre tenencia de armas.
Las siglas de FGS significa Fuck Gun Control. En su web han publicado docenas de planos para construir armas. No hay ningún control para comprobar quien accede a esa comunidad, centrada en el chat encriptado Keybase. Deterrence Dispensed, fundado en febrero de 2019, es un guiño al grupo que creó Liberator.
El FGC-9 es la última evolución de un proceso de creación de armas con impresoras 3D que empezó en 2013, con una pistola llamada Liberato, hecha completamente de plástico.
La reacción del Gobierno de Estados Unidos, que obligó a sacar de Internet los planos de Liberator a sus creadores, y las fallas del prototipo, relajaron las expectativas de lo que parecía una revolución. España fue uno de los países donde más se descargaron los planos de Liberator.
Juan González, especialista en impresión 3D y autor del Govaju en YouTube, comentó: ‘No me sorprende. Se están haciendo auténticas barbaridades en 3D: avances médicos, una cafetera, ropa. Los avances positivos al final con llevan también un lado oscuro’.
‘Aún así, no es técnicamente fácil imprimir algo como esto, pero tampoco es imposible. Puedes descargar algo, pero luego tienes que saber ensamblarlo y hacerlo bien. No es juntar dos piezas como un Lego’, dice Eric Pallarés, director de tecnología de la empresa BCN3D.
En el documental JStark dice: ¿Por qué no hay mucha gente que haga esto?, porque no tienen motivación; yo tengo la motivación. Quizá lleve algo más de dos semanas, pero no es tan difícil si le prestas toda tu atención’, dice. Las balas de 9 mm son también difíciles de adquirir en Europa, aunque JStark que es capaz de hacerlas en casa.
González cree que es una cuestión de tiempo, sin mucho más: ‘Lo difícil de este proceso es hacer el diseño 3D y que sea funcional, pero una vez que lo tienes en una semana o dos viendo vídeos de cómo se imprime, puedes descargarlo y hacerlo’, explica. En la primera no saldrá perfecto, pero no es nada irreal.