Grupos que representan a algunas de las empresas de tecnología más grandes del mundo, advierten a los legisladores estadounidenses que no especifiquen qué tipo de fabricación de semiconductores debería recibir apoyo federal, objetando las solicitudes de algunas empresas, como fabricantes de automóviles que buscan aumentar la capacidad de fabricación de chips más básicos.
En una carta dirigida a los líderes del congreso de ambos partidos y funcionarios de la Casa Blanca, se argumenta que la ley Chips for America debería evitar la ‘interferencia de mercado sin precedentes’, de dirigir qué tipo de semiconductores deberían tener prioridad. Algunas industrias que requieren chips menos sofisticados están presionando para que la capacidad específica se oriente a sus necesidades.
‘El efecto de distorsión del mercado de reservar una parte de la nueva capacidad para chips heredados para cualquier sector privado individual, presionaría a las industrias consumidoras de chips restantes en la nueva capacidad de fabricación restante, restringiendo artificialmente la oferta’, dice el escrito.
Las empresas de electrónica de consumo y software requieren chips más sofisticados para sus productos. Esas cadenas de suministro aún no han enfrentado en la misma crisis que la escasez que afecta a la fabricación de automóviles en Estados Unidos.
Los fabricantes de autos quieren que una parte del dinero aprobado para abordar la escasez global de semiconductores se reserve para chips de calidad para vehículos, advirtiendo de un potencial de 1.3 millones de dólares de déficit en la producción de automóviles y camiones ligeros en Estados Unidos este año.
Grupos de tecnología apoyan la solicitud del presidente Joe Biden de 50 mil millones para financiar la legislación de chips, y su carta pide al Congreso que no reduzca los requisitos de elegibilidad para que los fabricantes de chips reciban subvenciones y los créditos que estarían disponibles.
‘La principal motivación política detrás de la ley de Chips for America es aumentar y hacer resistente la cadena de suministro de semiconductores en lo que se refiere a la seguridad nacional y la competitividad económica a largo plazo’, dice en la carta. ‘Estados Unidos debería dar la bienvenida la inversión y la producción de tecnología de semiconductores por parte de todas las empresas elegibles para lograr este objetivo’.
Intel anunció recientemente un plan para invertir 20,000 millones de dólares en la construcción de dos nuevas plantas en Arizona para fabricar chips para terceros. Taiwan Semiconductor Manufacturing también asignó 12,000 millones para una nueva instalación de vanguardia en el estado. Samsung Electronics está considerado destinar unos 10,000 millones de dólares para construir una nueva planta en Texas.
Los grupos representan a fabricantes de chips y empresas que necesitan semiconductores para impulsar sus productos y servicios. Entre ellos se incluyen las principales empresas de chips de Estados Unidos como AMD, Intel, Qualcomm, Texas Instruments, los fabricantes asiáticos de Chips de TSMC y Samsung, gigantes de Internet como Google y Twitter. También incluyen empresas como AT&T, Verizon y el fabricante de automóviles japonés Toyota Motor, así como el contratista de defensa Raytheon Technologies.