La ONU dio luz verde al cambio en la normativa para los coches autónomos que regula y amplía la velocidad máxima desde los 60 kilómetros por hora a 130 en determinadas condiciones, en principio similares a las de las autopistas.
La propuesta, para vehículos de pasajeros y carga ligera, fue adoptada hoy en el Foro Mundial para la Armonización de Regulaciones de Vehículos que se celebra en Ginebra con el patrocinio de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE), según indicó esta agencia en un comunicado.
Además del aumento de la velocidad máxima, la llamada Regulación 157 incluye la autorización de que estos vehículos puedan cambiar de carril, y entraría en vigor el 1 de enero de 2023 en los países que decidan adoptarla, señaló UNECE.
Estas disposiciones sólo se aplicarían en vías a las que no puedan acceder peatones ni ciclistas, con separación física entre los dos sentidos, y en sistemas de conducción autónoma en los que el conductor puede tomar el control del vehículo en todo momento (vehículos autónomos de nivel 3).
Adoptar estas regulaciones conllevaría obligaciones para los fabricantes de vehículos en países donde la conducción autónoma esté permitida en el futuro, incluyendo la de disponer en éstos un sistema de recolección de datos de la circulación semejante a las ‘cajas negras’ de los aviones.