La compañía ferroviaria francesa SNCF comenzó una serie de pruebas con un prototipo del tren autónomo creado por el grupo industrial Alstom y otros cuatro socios con el objetivo de controlar este sistema de funcionamiento sin conductor para 2023.
Las pruebas se están llevando a cabo en un tramo de ferrocarril en Busigny, en el departamento francés de Nord, con capital en la ciudad de Lille, según se explica en un comunicado.
Esta segunda fase, después de la que se hizo a comienzos de marzo entre Aulnoye y Busigny y entre Busigny y Calais, debe permitir conseguir en los próximos meses una circulación del tren semiautónoma.
En los dos casos se ha utilizado un tren de tipo TER Regio 2N que fue especialmente modificado y equipado con instrumentos como captadores, cámaras radares y detectores con láser en la planta que tiene Alston en Crespin (norte de Francia) y que pertenecía al canadiense Bombardier antes de ser absorbido por éste a comienzos de año.
Ese prototipo que va a utilizarse durante los ensayos previstos durante los dos próximos años, operará también en trayectos comerciales con viajeros pero con una conducción clásica y registrará entonces una serie de datos para mejorar los algoritmos de reconocimiento de las señales.
Se trata, por ejemplo, de identificar el color de los semáforos y otros elementos propios del ferrocarril y sus vías.
El proyecto de tren autónomo, que se presentó hace dos años y medio, y en el que también están asociados Bosch, Spirops, Thales y el Instituto de Investigación Tecnológica Railenium, busca conseguir, gracias a esa tecnología, una mayor capacidad, ya que con la circulación de más trenes en la misma red se podrán transportar más viajeros y más mercancías.
También un aumento de la fluidez y la regularidad de los trenes debido a una circulación más ordenada, a una velocidad controlada, y a una disminución del consumo de energía.