La influencia de la inteligencia artificial generativa está alcanzando diversas áreas de la actividad económica, yendo más allá de los límites de la industria tecnológica.
Algunos ejemplos de la aplicación de la IA incluyen casos como el de JPMorgan, que está realizando pruebas con aplicaciones capaces de generar resúmenes de ganancias para cada empresa bajo su seguimiento, así como un servicio de asistencia técnica que proporciona pasos para resolver problemas.
Los profesionales de la salud emplean la IA para convertir automáticamente las conversaciones de los pacientes en notas.
Las empresas de medios confían en la inteligencia artificial para redactar artículos, y hasta los políticos recurren a esta para la redacción de discursos, la realización de campañas y la recaudación de fondos.
‘Ha habido un crecimiento explosivo en las ofertas de trabajo relacionadas con la IA’, señaló Nick Bunker, director de investigación económica de América del Norte en Indeed.
No obstante, el número de puestos de trabajo en IA sigue siendo relativamente pequeño en general, representando el 6% de cada 10,000 listados publicados en el sitio de trabajo.
Aunque ChatGPT fue pionero en desencadenar el entusiasmo en torno a la IA generativa, el mercado es mucho más amplio.
En la actualidad, tanto empresas como usuarios cotidianos pueden aprovechar una creciente lista de chatbots de IA, entre ellos Bard, Claude, Pi, Grok y, más recientemente, Q de Amazon. La IA generativa ha llegado para quedarse y solo se volverá más avanzada.
‘Deberíamos liderar el uso responsable de esta tecnología’, expresó Fei-Fei Li, pionera en el campo de la inteligencia artificial.
Aunque ha aumentado sustancialmente el número de conversaciones y debates en torno a la IA, debemos abordarlo de manera más reflexiva, proporcionando educación y contexto.