Con la última versión de la tecnología GPT-4 de OpenAI, Copilot de GitHub puede ahora hacer mucho más, incluso responder preguntas de los ingenieros y convertir código de un lenguaje de programación a otro.
Como resultado, este asistente está asumiendo un porcentaje cada vez mayor del software que se escribe, incluyendo el utilizado para programar sistemas críticos de corporaciones.
En el proceso, Copilot está gradualmente revolucionando la vida laboral de los ingenieros de software, quienes son el primer grupo profesional en utilizar la IA generativa a gran escala.
Según Microsoft, Copilot ha atraído a 1.3 millones de clientes hasta ahora, incluyendo 50,000 empresas que van desde emergentes hasta corporaciones establecidas como Goldman Sachs, Ford y Ernst & Young.
Los ingenieros afirman que Copilot les ahorra cientos de horas al mes al manejar tareas tediosas y repetitivas, lo que les permite enfocarse en desafíos más complicados.
Aaron Hedges, un desarrollador con más de 15 años de experiencia, estaba agotado antes de que llegara Copilot. Por 10 dólares al mes, una suscripción a Copilot ‘es una ganga’ que Hedges paga con gusto.
Pocas tareas son más tediosas que la depuración de software, un proceso que puede consumir hasta el 50% del tiempo de un ingeniero.
Figma, una plataforma que ayuda a los desarrolladores a diseñar interfaces de aplicaciones o sitios web, afirma que Copilot puede crear programas de prueba de defectos en minutos en lugar de horas.
‘Ese es el valor real de la IA’, afirmó Abhishek Mathur, vicepresidente de ingeniería de la empresa. ‘No reemplaza nuestro trabajo, pero nos libera tiempo para desarrollar soluciones creativas’.
En entrevistas, pocos programadores expresaron temores de que la IA los reemplace. Al igual que en muchas industrias, afirman que la automatización les permitirá centrarse en tareas más desafiantes e interesantes.
Sin embargo, Jensen Huang, CEO de Nvidia, un popular fabricante de chips de inteligencia artificial, tiene una perspectiva menos halagüeña. Recientemente predijo que la carrera de codificación está condenada al fracaso. Ahora que la IA hace posible codificar en inglés sencillo, dijo Huang, cualquiera puede convertirse en un programador.
