El mes pasado, los sitios web de un festival de cine francés y del Grand Palais, un complejo histórico de exposiciones y museos en París, cerraron tras un ciberataque.
Los investigadores rastrearon los episodios hasta un grupo de hacktivistas afiliados a la inteligencia rusa, quienes lo describieron como un ejercicio de entrenamiento.
Según un informe de la empresa de ciberseguridad Cyble Inc., este grupo planea llevar a cabo ataques a gran escala durante los Juegos Olímpicos de verano en París.
Los organizadores de los Juegos están preocupados por una posible oleada de ciberataques adicionales.
Rusia está excluida de los Juegos, y las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y el Mar de China Meridional están en aumento, mientras los cibercriminales continúan bombardeando las redes informáticas corporativas.
Eric Greffier, director de negocios y tecnología de Cisco Systems France, socio oficial de los Juegos, comentó que nadie puede estar completamente preparado. En el mejor de los casos, se puede estar 99% listo, buscando siempre mejorar ese 1% restante.
La agencia de ciberseguridad del gobierno francés ANSSI ha identificado 500 empresas, organizaciones e instalaciones críticas para el funcionamiento de los Juegos, y ha estado auditando sus sistemas en busca de posibles fallas.
En junio, Microsoft informó que un esfuerzo de propaganda prorrusa estaba utilizando inteligencia artificial para sugerir que es probable que haya violencia en los Juegos en París.
Jeremy Couture, quien dirige el centro de operaciones de ciberseguridad, afirmó que es crucial poder reaccionar ante lo peor y garantizar que las competencias seguirán adelante.