Satya Nadella, CEO de Microsoft, dice que el conflicto entre Estados Unidos y China aumentaría los costos de tecnología y afectaría el crecimiento económico en un momento crítico.
El directivo expresó que el mundo está en la cúspide de una revolución en torno a la tecnología y la inteligencia artificial.
‘Si damos pasos atrás en la confianza o aumentamos los costos de transacción en torno a la tecnología, todo lo que estamos haciendo es sacrificar el crecimiento económico global’.
Sin embargo, la administración del presidente Donald Trump está considerando medidas para limitar aún más la capacidad de las empresas estadounidenses de suministrar a Huawei, la compañía tecnológica líder de China, además de presionar a los países de todo el mundo para que eviten el uso de sus equipos para redes móviles 5G.
El acuerdo firmado la semana pasada entre China y Estados Unidos ‘no fue suficiente’, dijo Nadella, pero representó un ‘progreso’ en el tema de las protecciones de propiedad intelectual para las empresas tecnológicas estadounidenses que trabajan con China.
Para permitir que diferentes países utilicen tecnología desde fuera de sus fronteras, Nadella sugirió un sistema que se basa en la verificación.
Por ejemplo, Microsoft ha establecido centros tecnológicos donde varios gobiernos pueden inspeccionar el código fuente de Windows para asegurarse de la seguridad del producto.
‘Tiene que haber una manera para que cualquier país pueda confiar, a través de la verificación, en la tecnología que está utilizando como parte de su infraestructura; mecanismos como ese tienen que estar en su lugar y luego construir el comercio encima de él, en lugar de pensar en el comercio y la confianza como la misma cosa’.
Nadella comentó que le preocupa el desarrollo de dos interconexiones separadas, señalando que hasta cierto punto ya existe ‘y se amplificarían en el futuro’ con las compañías de tecnología masiva que ya existen en China.
Este punto de vista choca con el del cofundador de Microsoft, Bill Gates, quien se mostró escéptico sobre la idea de que las continuas tensiones comerciales entre Estados Unidos y China podrían conducir a un sistema bifurcado de dos redes.