Algunas compañías que parecían vulnerables ante el auge de la inteligencia artificial, han visto un aumento de hasta un 50% en sus acciones este año.
Tal es el caso de Duolingo, cuya adopción de IA le ha ayudado a reducir costos y expandirse a nuevas áreas, como matemáticas y música, atrayendo a más usuarios.
Otras empresas de servicios en línea, como GoDaddy, han incrementado su valor en un 93%, mientras que Wix.com lo ha hecho en un 80%. Pearson, una compañía educativa que también se percibía en riesgo por la IA, alcanzó recientemente su nivel más alto de acciones desde 2015.
El desajuste entre las expectativas y la realidad destaca la dificultad de prever cómo la IA transformará los mercados y la economía.
A pesar de la fuerte inversión por parte de gigantes tecnológicos como Microsoft, los servicios impulsados por IA aún no son ampliamente utilizados, y los ingresos derivados de estas tecnologías están tardando más de lo previsto en materializarse.
Por ejemplo, Yelp, la plataforma de reseñas en línea, ha bajado un 20% este año, mientras los analistas advierten sobre los riesgos que la IA representa para su crecimiento a largo plazo. No obstante, Yelp anunció una asociación con Perplexity AI como respuesta a estos desafíos.
En ausencia de una visión clara sobre los ganadores y perdedores a largo plazo, David Kotok, director de inversiones en Cumberland Advisors, recomienda diversificar las inversiones, priorizando compañías grandes que puedan costear el desarrollo en IA.
Según Kotok, la IA intensificará la brecha entre empresas ricas y pobres, aunque pasarán años antes de identificar claramente a los perdedores.
