El precio que paga una empresa que se transforma digitalmente no sólo implica “asumir el costo cultural” de una visión disruptiva que modifica la operación del negocio.
De hecho, es una suma real y que se refleja en las inversiones que realizan las organizaciones.
Según datos de un estudio global, en 2017, el gasto en tecnologías para la transformación digital alcanzará un monto de 1,200 millones de dólares, y para 2020 se estima que alcance los 2,000 millones de dólares.
Esta inversión se se concentrará en cuatro áreas principales: Big Data y analítica, nube, soluciones de movilidad y plataformas sociales (para interactuar con consumidores pero también con aliados y proveedores).
No obstante, muchas organizaciones mexicanas podrían estar excluidas del indicador, ya que, como lo apunta una investigación de la OCDE, para las empresas de América Latina el acceso a las innovaciones no siempre resulta sencillo; y uno de los obstáculos más importantes es la limitada capacidad económica para adquirir nuevas tecnologías.
Afortunadamente, así como plantea desafíos, la revolución digital de nuestros días también construye caminos para acercarse a personas y compañías.
En este sentido, SAS ofrece a las organizaciones Viya, una plataforma abierta de analítica concebida para funcionar en un ambiente de nube, lo que permite que una empresa estudie a fondo sus datos –una habilidad esencial para un proceso de transformación digital- sin tener que comprar nuevos elementos de hardware o software.
Es decir, utilizando su infraestructura tecnológica actual –la que usa todos los días–, las compañías podrán conocer mejor a sus consumidores y prever sus intereses o necesidades, detectar proactivamente fallas y riesgos en la operación corporativa, descubrir nuevas oportunidades en el mercado, diseñar pronósticos para enriquecer la estrategia empresarial, entre otros privilegios.
Viya se sustenta en el concepto de “pago por uso”, como si se tratara de un servicio por suscripción. Se abona el aprovechamiento de la solución, no el precio de una licencia de software.
La gestión y el mantenimiento de la plataforma analítica también se realizan en la nube. En modelos de cómputo tradicionales, ambas tareas incrementan el costo de una implementación y, si la compañía no posee un alto expertise técnico, dificultan la operación de las herramientas innovadoras.
A la hora de fijar las bases de su transformación digital, específicamente en lo que corresponde al análisis de datos, las organizaciones mexicanas no tendrían que preocuparse por el tamaño de sus presupuestos. El factor precio no es una barrera infranqueable.
Por Miriam Audelo, Account Development Manager para SAS México