Sony presentó hoy su estrategia financiera para los próximos tres años, primera bajo el liderazgo de Kenichiro Yoshida, en los que invertirá 1 billón de yenes (7,650 millones de euros) principalmente en sus segmentos de electrónica y entretenimiento.
La compañía japonesa pondrá especial énfasis en sus segmentos de semiconductores, así como en videojuegos, música y películas, en los que buscará incrementar su base de usuarios mientras refuerza sus contenidos con derechos de autor con operaciones como la compra de la editora musical británica EMI Music Publishing.
La adquisición, anunciada hoy por Sony, “es un ejemplo perfecto de inversión para fortalecer los contenidos con derechos de autor» y permitirá a la compañía afianzar su liderazgo en la industria, expuso Yoshida durante la presentación de la estrategia en Tokio.
Sony prevé que en los próximos tres ejercicios nipones (que se prolongarán hasta marzo de 2021) el beneficio operativo de su sector musical se sitúe entre 110,000 y 130,000 millones de yenes (entre 841 y 1,300 millones de euros), un aumento respecto a los 112,000 millones de yenes (857 millones de euros) del plan actual.
El nuevo presidente y CEO de Sony enfatizó además el objetivo de Sony de expandir los usuarios de PlayStation Network, la red integrada de su consola PlayStaion 4 (PS4) -con un volumen actual de más de 80 millones de usuarios activos al mes-, así como potenciar sus servicios de contenidos audiovisuales en red.
Al ser preguntado sobre competidores en este sector como Netflix, Amazon y Spotify, Yoshida aseguró que Sony los ve «como socios» y destacó que «uniendo fuerzas con distribuidores (…) podremos mejorar la calidad de los beneficios».
Con su apuesta, Sony augura un beneficio operativo de entre 130,000 y 170,000 millones de yenes (entre 994 y 1,300 millones de euros) en su segmento de juegos, frente a los 190,000 millones de yenes (1,454 millones de euros) de su estrategia previa.
El sector en el que la multinacional japonesa ha depositado sus mayores expectativas es el de semiconductores, en el que buscará expandir el desarrollo de aplicaciones de los sensores en áreas como la conducción autónoma, la inteligencia artificial o la medicina.
Sony espera que el beneficio operativo de su segmento de chips se sitúe en los próximos años entre los 160,000 y los 200,000 millones de yenes (entre 1,224 y 1,530 millones de euros), hasta el doble de los 100,000 millones de yenes (765 millones de euros) proyectados para el período recientemente finalizado.
El nuevo y conservador plan trienal de Sony no pareció dejar buen sabor de boca entre los inversores de la Bolsa de Tokio, donde las acciones de la compañía caían un 0.87% en el descanso de la media sesión, tras haber llegado a caer hasta un 3.7% durante la mañana.