Broadcom, la firma estadounidense que utiliza chips y circuitos para móviles y estaciones de redes de Huawei, prevé que sus ingresos anuales se reduzcan hasta en 2,000 millones de dólares debido al veto impuesto por el Gobierno de Estados Unidos a la tecnológica china.
El fabricante norteamericano, que ayer presentó los resultados de su segundo trimestre fiscal, ingresó unos 900 millones de dólares (el 4.3% del total) directamente del gigante tecnológico chino.
Broadcom, que con su revisión a la baja prevé facturar este año fiscal unos 22,500 millones de dólares, también ha incumplido sus objetivos de ingresos para el segundo trimestre fiscal, debido a la reducción de las ventas de sus operaciones móviles y a la debilidad provocada por las tensiones con China.
Pocos fabricantes tecnológicos que venden componentes a Huawei han dado a conocer sus resultados financieros desde que la Administración del presidente Donald Trump incluyó a mediados de mayo a Huawei en un lista negra y dio tres meses de plazo para que la compañías estadounidenses rompieran lazos comerciales con ella.
A la vista de la previsión de Broadcom, se teme que la medida termine siendo muy perjudicial para las cuentas de las empresas de semiconductores estadounidenses, como Qualcomm o Intel, que ya están empezando a revistar también sus previsiones.