La empresa china de drones DJI suspenderá temporalmente sus operaciones en Rusia y Ucrania, debido a que está reevaluando internamente los requisitos de cumplimiento regulatorio en diversas jurisdicciones a raíz de hostilidades recientes, indicó en un comunicado.
En marzo, uno de los mayores minoristas de productos electrónicos en Alemania, MediaMarkt, retiró los productos de esa empresa china de sus locales tras recibir cada vez más información procedente de diversas fuentes acerca del uso por parte del Ejército ruso de productos y de datos del fabricante chino de drones DJI, declaró la empresa.
La compañía china aseguró entonces que todos sus productos están diseñados para uso civil y no cumplen con los requisitos de un uso militar y añadió que cuenta en su plantilla con profesionales con experiencia que se aseguran de que el negocio de DJI cumple con las regulaciones internacionales.
No es la primera vez que la compañía se ve envuelta en una polémica fuera de China: Estados Unidos incluyó en 2020 a 77 instituciones y empresas chinas, entre las que se encontraba DJI, en una lista negra de entidades a los que no se puede exportar tecnología.
La Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio de EU señaló entonces que DJI facilita la aplicación de vigilancia de alta tecnología en China, lo que el Departamento de Comercio denominó como abusos de derechos humanos.
DJI, con sede en Shenzhen, es el mayor fabricante de drones para uso comercial y civil del mundo.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, China ha mantenido una posición ambigua desde la cual ha pedido que se respete la soberanía territorial y las legítimas preocupaciones de seguridad de todos los países, al tiempo que ha mostrado su oposición a las sanciones contra Rusia.