El internet de las cosas (IoT) es el resultado de la interconexión de objetos físicos que a través de internet logran establecer interacciones entre sí y con su entorno.
Esta red interconectada se traduce en funciones independientes que facilitan la vida de los personas y que, en el caso de las empresas, arrojan datos de suma importancia que se usan para procesos de toma de decisiones y optimización del servicio al cliente.
Lo anterior se ha convertido en una de las tendencias tecnológicas con mayor crecimiento a nivel mundial.
Según estimaciones de Gartner, para 2020 habrá alrededor de 26,000 millones de dispositivos en el mundo, además de computadoras, móviles y tablets, todos conectados a internet gracias al IoT.
Ventajas del Internet de las cosas
En el caso de las empresas de servicios públicos y telecomunicaciones, el internet de las cosas ha logrado establecer dinámicas más eficientes a la hora de agilizar los flujos de trabajo y potenciar las oportunidades de negocio gracias a aspectos como la conectividad y la movilidad.
Es así como esta tendencia tecnológica ha facilitado la recolección de grandes volúmenes de información en temas de consumo, preferencias y problemáticas de los usuarios. Gracias al IoT estos datos se encuentran siempre disponibles y actualizados.
Lo anterior representa una disminución en costos y esfuerzos operativos, ya que se reducen las actividades de back office orientadas al registro de datos y a la gestión documental.
De acuerdo con Jesús Sánchez, Vicepresidente de Mercadeo de Open, el Internet de las cosas permite a las compañías estar a la vanguardia en materia de recolección de datos y conocimiento de sus clientes, facilitando la posibilidad de encontrar vías para brindar servicios más personalizados, predictivos y ajustados.
Lograr este tipo de tecnificación en los procesos críticos del negocio representa, sin lugar a dudas, un gran factor diferenciador frente a la competencia.
De igual forma, el IoT fortalece la dinámica operacional de las organizaciones que prestan este tipo de servicios al involucrar procesos como la medición avanzada, la cual permite optimizar el uso de las redes e implementar acciones como el mantenimiento predictivo.
Por lo tanto, la generación de nuevas y mejores experiencias al cliente se basa también en procesos operativos eficientes que cuenten con información detallada y en tiempo real.
La agilidad y la eficacia son factores transformadores a la hora de prestar servicios públicos y de telecomunicaciones de calidad.