La llamada cuarta revolución industrial o revolución robótica amenaza con el reemplazo de trabajadores en Europa, especialmente en Austria, Alemania y España.
Los 21 países que configuran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico Económico (OCDE) se verán afectados por la robotización de los trabajos, así lo indica un estudio elaborado por esta organización, que destaca que este proceso será más acentuado en países como Austria, Alemania y España.
Según el propio estudio, los más afectados serán los trabajos manuales y repetitivos, que tienen mayor probabilidad de ser reemplazados por autómatas. Por esta razón, según opina la organización, este será un proceso ‘lento’.
El promedio de trabajadores en riesgo en la OCDE es del 9%; en Alemania y Austria esta cuota es sensiblemente mayor, ya que muestra un índice superior al 12%. Todo esto por la llegada de la inteligencia artificial, drones e impresión 3D.
Esta revolución muestra una gran fuerza en China, donde Foxconn, el mayor fabricante de móviles en el mundo, ya prepara la sustitución de 60,000 obreros por robots.
Este tema se trató en el Foro Económico Mundial de Davos, que prácticamente llegó a las mismas conclusiones. Los economistas calcularon que de aquí al 2020 se perderán unos 5 millones de puestos de trabajo en todo el mundo, es por eso que a este fenómeno se le bautizó como la ‘cuarta revolución industrial’. Con una particularidad: esta revolución tendrá un impacto menor en las economías desarrolladas que en los mercados emergentes, que se verán mas afectados por la reducción de puestos para la mano de obra barata.
La capacidad de defensa del empleo humano depende de una doble dinámica, sostiene la OCDE. Por un lado está la estructura productiva de los lugares de trabajo y por el otro el grado de adopción de las nuevas tecnologías. Esto implica que cuanto menor sea la interacción entre los empleados, más probable será que el trabajador acabe siendo reemplazado.
Lo mismo ocurre con el grado de innovación tecnológica, ya que en los países en que se apuesta por la digitalización y la innovación, será menor la probabilidad de que los trabajadores sean reemplazados por la robótica.
Pese a todo este panorama, la OCDE cree que todo proceso de cambio genera nuevas oportunidades en sectores aún desconocidos. El proceso de automatización de las sociedades será lento y los trabajadores pueden adaptarse al cambio, aprovechando que se necesitará más creatividad y talento. En este sentido, para dicha organización lo importante es abrir el debate y no escudarse en la visión fatalista del ‘desempleo tecnológico’.
Los títulos del graduación son una gran defensa, ya que los profesionales con una maestría o un doctorado tendrán una probabilidad casi nula de ser reemplazados por un robot. Lo mismo ocurrirá para quienes hayan cursado un grado universitario. Mientras que los trabajadores con niveles educativos de escuela primaria o secundaria sufrirán en un 40 o 50% más la competencia de los autómatas.
Con información de El País