La privacidad siempre ha sido una prioridad para los consumidores, pero lo es más ahora que nuestras vidas se desarrollan principalmente a través de interacciones digitales.
Durante los últimos 11 meses, hemos estado realizando operaciones bancarias en línea, consultando a los médicos por sistemas de telesalud y realizando negocios de forma virtual, por nombrar solo algunos ejemplos.
Como impacto directo de ello, muchas empresas, grandes y pequeñas, se sumaron a la transformación digital y están adoptando la computación en nube para canalizar estas experiencias e interacciones.
Y ahora más que nunca, los líderes de negocio se centran en la protección de datos y el aseguramiento de la privacidad para los billones de interacciones digitales que ocurren por minuto.
Durante la pandemia, los ciberataques basados en la nube aumentaron un 630% entre enero y abril de 2020, según dartos de McAfee.
Cada semana vemos una brecha de seguridad en las noticias de México, por lo que no es de extrañar que los directores de sistemas y de seguridad informática (CIO y CSO) pasen las noches en vela pensando en cómo ejecutar cargas de trabajo en un entorno de nube en el que confíen para proporcionar interacciones seguras y sin fricciones para los consumidores.
Esto es especialmente cierto en industrias altamente reguladas como servicios financieros, telecomunicaciones, gobierno y salud, que administran datos vitales.
¿Qué es la computación confidencial?
La computación confidencial es la forma en que las empresas logran ese nivel de seguridad. Si usted es director de sistemas o líder de tecnología, la computación confidencial le permite tener total autoridad y privacidad sobre su computación, código y datos, incluso cuando la ejecución sucede en un entorno de nube. Nadie más que usted y solo usted tiene acceso a esos datos.
Proporciona un mayor aseguramiento de que los datos están protegidos y visibles solo para su propietario y nadie más, ni siquiera el proveedor de la nube que aloja los datos, incluso durante el procesamiento. Los datos se encuentran protegidos en tránsito, en reposo y en uso.
Con la computación confidencial, se puede ejecutar en un entorno de computación en la nube donde hay otros que también ejecutan cargas de trabajo, pero mantiene total privacidad y autoridad sobre sus operaciones, de manera efectiva y en un enclave.
Una forma de pensarlo es como si fuera una oficina en un edificio de oficinas. La oficina es un lugar privado y seguro donde puede tener una reunión. También hay varias otras oficinas en ese edificio, pero puede cerrar la puerta con llave y realizar una reunión privada en su oficina, y nadie tiene acceso a sus conversaciones, aunque se encuentre en el mismo edificio.
Los propietarios del edificio de oficinas y los inquilinos de otras oficinas no se enteran de lo que sucede en su oficina. En el caso de la computación confidencial, la nube es el edificio de oficinas y el enclave es la oficina.
Después de más de una década de investigación, la computación confidencial pasó rápidamente de proyectos en IBM Research a ofertas completamente implementadas en toda la industria que están siendo adoptadas por diferentes empresas de todo el mundo.
Con la transformación masiva y la dependencia de las interacciones digitales en muchos aspectos de la vida, las empresas necesitan la confianza de que cada transacción digital que impulsan será segura y fluida.
Las empresas deben seguir siendo administradores confiables de los datos de otras personas para que, como consumidores, tengamos confianza en cada interacción digital y en nuestra privacidad, y para que nuestra información siga siendo nuestra información.
Fuente: IBM