SpaceX, la compañía propiedad de Elon Musk, utilizará una de sus cápsulas para traer de vuelta a los astronautas atrapados en la Estación Espacial Internacional el próximo año.
Se trata de un nuevo revés para su rival Boeing y en un cambio en la gestión de la NASA sobre el personal en el laboratorio orbital.
La nave defectuosa Starliner de Boeing regresará sin tripulación a principios de septiembre, según informó la agencia espacial estadounidense.
El plan de contingencia implica que los astronautas de la NASA, Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita ‘Suni’ Williams, volverán a casa en la cápsula Dragon de SpaceX durante una misión de seis meses llamada Crew-9, que está programada para lanzarse a finales de septiembre.
El regreso se retrasará hasta febrero, meses después de lo inicialmente planeado.
Este contratiempo es otro golpe significativo para el programa Starliner de Boeing. En 2019, La compañía sufrió un fracaso en un vuelo de prueba no tripulado, en el que la cápsula no logró llegar a la estación espacial como se esperaba. Esto fue seguido por años de retrasos que le costaron a la compañía alrededor de 1.6 mil millones de dólares.