La nueva aplicación Strings surge con el objetivo de permitir a los usuarios eliminar por completo conversaciones, videos y fotos compartidas.
Las fotografías y videos compartidos desde esta app pueden visualizarse sin restricciones, pero no pueden descargarse directamente al teléfono móvil del receptor, sino que éste debe pedir permiso a quien se lo ha enviado para que proceda a su autorización.
Con Strings, los contenidos no se eliminan sólo en el teléfono, sino también en el servidor, algo que no ocurre con otras aplicaciones como WhatsApp, Facebook o Twitter, en las que a pesar de que el usuario borre imágenes de su cuenta, no se eliminan directamente de los servidores, donde la información sigue almacenada durante un tiempo, ni de las cuentas de otros usuarios que se hayan descargado previamente el archivo.
La app permite borrar una línea de conversación y todo lo que ésta contenga, de manera que los mensajes, las fotos y los videos compartidos se eliminarán de forma inmediata y permanente de todos los dispositivos que la hayan contenido y también de los servidores.
Además, la aplicación detecta y prohíbe totalmente las capturas de pantalla, de manera que a la tercera infracción de esta norma se cierra la cuenta al usuario.
El pasado mes de octubre más de 200,000 fotografías de Snapchat -una plataforma donde las fotografías se eliminan de los dispositivos después de ser vistas- fueron filtradas desde los servidores y hechas públicas.
Strings es una pequeña startup con sede en Seattle que actualmente emplea a media docena de trabajadores, pero que desde el lanzamiento de la aplicación al mercado a finales de 2014 ya ha alcanzado los 60,000 usuarios en todo el mundo, repartidos en más de 160 países, 2,000 de ellos en países hispanoparlantes.
En América Latina, su mercado más grande es Brasil, donde se concentran el 80% de los usuarios en la región.
La aplicación es gratuita y actualmente sólo está disponible para sistemas operativos con iOS, aunque ya se trabaja en una versión compatible con Android.