En el contexto del proceso electoral que se celebrará el 1 de junio, México ha registrado un incremento del 218% en ataques de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS), de acuerdo con datos del informe de inteligencia sobre amenazas de Netscout.
Este aumento coincide con una coyuntura inédita en la historia del país, en la que por primera vez la ciudadanía elegirá mediante voto directo a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial de la Federación.
Los ciberataques han sido dirigidos principalmente contra infraestructuras críticas y plataformas digitales clave para el desarrollo del proceso electoral.
Los datos del informe revelan una tendencia creciente a nivel global: los ataques DDoS están siendo empleados como herramientas de disrupción política en escenarios de alta tensión.
En Israel, durante una operación militar, se detectó un aumento del 2,844%, mientras que en Georgia, previo a una votación parlamentaria, el incremento fue del 1,489%.
En el caso de México, los sistemas del Instituto Nacional Electoral, como el Sistema de Información sobre el Desarrollo de la Jornada Electoral (SIJE) y los cómputos distritales, son considerados blancos potenciales para este tipo de amenazas, debido a su relevancia para la transparencia y legitimidad del proceso.
Netscout monitorea más de 700 Tbps de tráfico en redes críticas a nivel mundial y protege alrededor de dos tercios del espacio IPv4 enrutado, lo que le permite identificar patrones de ataque con alta precisión.
La empresa advierte que los ataques DDoS ya no requieren grandes conocimientos técnicos, debido al uso de inteligencia artificial y servicios de ataque de renta, lo que amplía su alcance y sofisticación.
La digitalización de procesos electorales exige que las instituciones refuercen no solo la seguridad operativa del día de la votación, sino también su capacidad de respuesta ante amenazas cibernéticas que pueden comprometer la confianza pública y el funcionamiento democrático.