Las grandes compañías de telecomunicaciones de la India buscan conquistar el mercado de los teléfonos móviles y smartphones más baratos, con precios que rondan los 20 euros, un sector atractivo por contar con más de 300 millones de potenciales clientes.
Aunque la India es el segundo mayor mercado de smartphones del mundo y las grandes compañías telefónicas cada vez prestan más atención al país, las firmas de telecomunicaciones saben que solo un 25% de los 1,210 millones de indios posee un teléfono inteligente.
El analista Neil Shah, de la consultora Counterpoint en la India, explicó que los teléfonos inteligentes están fuera del alcance económico de muchas personas en este país, donde casi el 22% de la población es considerada pobre, con ingresos inferiores a 990 rupias (13 euros) al mes, según datos del Gobierno indio.
La compañía telefónica Jio, parte del gigante indio Reliance, se lanzó a la conquista de ese mercado a finales de octubre con el JioPhone, un teléfono básico con teclado y pantalla pequeña pero con conexión 4G y datos ilimitados, por 1,500 rupias (unos 20 euros) reembolsables tres años después de la compra.
Airtel, Vodafone y BSNL también lanzaron sus propios dispositivos asequibles asociándose con fabricantes o subvencionándolos, con la diferencia de que éstos son smartphones muy básicos.
El objetivo de estas compañías indias es animar a los usuarios de móviles básicos a comprar versiones más modernas con acceso a internet, de ahí la estrategia de Jio de ofrecer un equipo con teclado físico al que los usuarios ya están acostumbrados.
Entre las razones que según Singh explican el rechazo a los smartphones están la pronunciada curva de aprendizaje necesaria para dominar su uso y que se necesite un cierto nivel de alfabetización para comprender cómo funcionan.
Además, muchos dudan en dar el salto a los teléfonos inteligentes porque sus móviles son más resistentes y les dura más la batería.
El año pasado la compañía tecnológica india Ringing Bells presentó el que debía ser el teléfono inteligente más barato del mundo, el Freedom 251, con un precio de 251 rupias o unos 3.7 dólares.
Millones de consumidores se apuntaron a la lista de espera, pero la compañía solo consiguió entregar una pequeña parte de los móviles prometidos antes de que su creador, Mohit Goel, fuera arrestado acusado de fraude por uno de sus distribuidores.
Aunque los teléfonos propuestos por las telecos indias sean baratos, algunos analistas dudan de que eso baste para atraer a los usuarios con menos recursos.
Los móviles básicos que la mayor parte de las personas con bajos recursos utilizan cuestan menos de diez euros, con lo que deberían invertir el doble en un nuevo terminal, explica el analista Navkendar Singh, de la consultora IDC.
Del mismo modo, los planes de ‘costo cero’ para recuperar el dinero del teléfono a los meses de haberlo comprado exigen el pago regular de unos dos o tres euros al mes.
‘Se está pidiendo a la gente que pague el doble de su consumo mensual actual, que es de unos 90 céntimos de euro. Esto no es la solución’, advirtió.
EFE