Google desarrolló unos robots capaces de comprender órdenes emitidas en lenguaje humano y servir las órdenes de sus dueños, por ejemplo llevándoles comida o material de limpieza.
La firma californiana mostró cómo estos robots, con forma de torres cilíndricas de color blanco con ruedas y una caja negra en la parte superior que da apariencia de ojos, llevan a cabo tareas menores.
El aspecto innovador de estos robots es que usan inteligencia artificial para ‘pensar’ por sí mismos, es decir, que no han sido programados para llevar a cabo una tarea concreta, sino que son capaces de escuchar la orden de un humano, interpretarla y proceder con una respuesta con base en el mensaje recibido.
Así, por ejemplo, si el humano dice ‘tengo hambre, ¿puedes traerme comida?’, el robot automáticamente analizará esa frase, la pondrá en contexto y tomará una decisión que ayude a remediar el problema, como por ejemplo llevarle una fruta o un dulce.
Ese aspecto facilita enormemente la interacción con humanos y les diferencia de otros modelos que llevan a cabo tareas más avanzadas y algunos de los cuales ya se encuentran disponibles en el mercado, pero que responden únicamente a órdenes para las que han sido específicamente programados.