Un equipo de Reality Labs, división de investigación de Meta, presentó un prototipo de pulsera inteligente que permite a los usuarios interactuar con computadoras mediante movimientos de la mano, sin necesidad de contacto físico con dispositivos tradicionales.
El dispositivo, basado en electromiografía de superficie, traduce señales eléctricas generadas por los músculos de la muñeca en comandos digitales.
Esta tecnología no requiere calibraciones personalizadas ni procedimientos invasivos. Utiliza modelos de aprendizaje profundo entrenados con datos de miles de personas para decodificar gestos en tiempo real. El prototipo se comunica con las computadoras a través de Bluetooth y fue capaz de ejecutar tareas de navegación, selección virtual y escritura manuscrita con una velocidad de 20.9 palabras por minuto.
En pruebas con usuarios, los ingenieros detectaron que ajustar mínimamente el modelo a cada individuo incrementó el rendimiento hasta en 30 por ciento. El brazalete está diseñado como una interfaz neuromotora genérica y portátil, pensada también para personas con movilidad limitada, debilidad muscular o parálisis.
La investigación, que llevó cerca de una década, propone una alternativa a los métodos tradicionales de entrada como teclados, ratones o pantallas táctiles, e incluye un modelo integral con lineamientos de hardware, protocolos experimentales y criterios de entrenamiento de datos. Meta espera que esta base técnica sea adoptada ampliamente para el desarrollo de nuevas interfaces de control humano-computadora.