Los relojes inteligentes han disminuido su demanda en el mercado por primera vez, lo cual se puede deber al ciclo de renovación que se ha alargado y a que las grandes marcas no han presentado nuevos modelos.
Con respecto al Apple Watch, su caída destaca respecto de la baja generalizada. Si bien sigue siendo el líder –con 1.6 millones de ventas en el segundo trimestre de este año– es el único gran fabricante que ha experimentado una caída.
En el segundo trimestre de 2016, los fabricantes han distribuido 3.5 millones de unidades, cifra sustancialmente menor a los 5.1 millones colocados en el mismo periodo de 2015.
Apple vendió 3.6 millones de unidades en el trimestre en que se puso en marcha su venta. Sin embargo, desde que el Apple Watch fue presentado en el segundo trimestre 2015, no ha sido renovado. El único incentivo ha sido una pequeña reducción en su precio, que le ayudó durante el periodo navideño.
Si bien el ciclo de renovación del Apple Watch se ha alargado, se sigue sacando provecho de las ventas de correas de todo tipo, mismas que logran personalizar la oferta del reloj y que generan buenos márgenes a la compañía.
El sistema operativo WatchOS 3, que resuelve el problema de rendimiento del reloj y ofrece nuevas funciones, podría ser un fuerte impulso a las ventas, sin embargo esto no ocurrirá hasta septiembre, cuando se lancen las versiones de todos sus sistemas operativos. También se espera que este año o el siguiente se presente un nuevo Apple Watch con más capacidades.
Samsung Electronics, por su parte, ha logrado mantener la segunda posición, gracias a su estrategia de marketing con el Gear S2, que destaca por su acertado diseño y su giro de bisel para manejar su interfaz.
Este fabricante se ha visto favorecido por las operadoras, que han apoyado las ventas en los mercados en los que son el canal de distribución prioritario. Según indica IDC, se han logrado colocar 600,000 unidades, comparadas con las 400,000 del año pasado en el mismo trimestre.
Durante los ciclos de renovación, los fabricantes además se enfrentan a una difícil encrucijada: lograr interesar a los consumidores, que principalmente están atraídos por las pulseras deportivas, como las de Fitbit o Xiaomi.
Con información de El País