Inventores del cero, los indios destacan por sus conocimientos matemáticos y su pensamiento abstracto, unas habilidades que les han llevado a despuntar en las nuevas tecnologías, con Satya Nadella como nuevo ejemplo.
El CEO de Microsoft se une a otros ingenieros indios que han triunfado en Estados Unidos: Vinod Dham creó el procesador Pentium, Sabeer Bhatia es el padre de Hotmail, Vinod Khosla fundó Sun Microsystems y Padmasree Warrior ocupa uno de los puestos más altos de Cisco.
Son los casos más conocidos, pero en Silicon Valley trabaja un gran número de informáticos indios que se abren paso con éxito.
De acuerdo con un estudio de las universidades de Duke, Berkeley y Stanford, emprendedores indios crearon un 32% de las compañías fundadas por inmigrantes en Silicon Valley entre 2006 y 2012, más que los chinos, británicos, japoneses y canadienses juntos.
No siempre fue así: en la década de los 40 y 50, los indios ocupaban puestos bajos en las jerarquías de las compañías tecnológicas.
Pero en los 70 y 80 comenzaron a desembarcar en Estados Unidos licenciados de los prestigiosos centros del Instituto de Tecnología de India (IIT), creados a partir de 1950 e impulsados posteriormente por el primer mandatario indio, Jawaharlal Nehru.
La intención de Nehru era minimizar la dependencia india de la tecnología y la ciencia de los países occidentales, en especial de Estados Unidos, de acuerdo con el historiador Ramachandra Guha.
Pero los ingenieros e informáticos de los IIT huían de una India empobrecida con pocas oportunidades económicas y el país estadounidense era un Dorado donde podían desplegar sus conocimientos y sus habilidades mercantiles.
Y progresaron: se estima que una de cada seis startups de Silicon Valley fueron creadas por indios y que 30,000 licenciados de IIT trabajan en Estados Unidos, según Patrick French en su libro «India: A portrait».
Bill Gates y el Congreso estadounidense han reconocido los IIT por su «contribución a la innovación en Estados Unidos».
Las pruebas de admisión en uno de estos 16 centros es una de las más difíciles del mundo con un millón de estudiantes para 10,000 plazas, lo que supone que solo un 1% consigue un puesto.
Esto supone nueve veces más personas por plaza que en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, una de las universidades más prestigiosas del mundo.
Pero el romance de los indios con los números precede los modernos centros educativos tecnológicos con la invención del cero -la nada, un concepto muy indio- y el sistema métrico decimal, consecuencia de la larga tradición matemática en el país asiático.
Algunos expertos creen que la capacidad de abstracción de los indios se debe al hinduismo, la religión del 80% de las personas del país, y su carácter simbólico que obliga al pensamiento conceptual.
A finales del siglo XIX y principios del XX, el matemático Ramanujan indio sorprendió al mundo con su capacidad con los números a pesar de no tener formación educativa y desarrollar su trabajo en solitario en el sur de la India sin contacto con otros científicos.
Cuando fue «descubierto», Ramanujan fue invitado a estudiar en Cambridge, donde le consideraban un genio y hoy es reconocido como uno de los grandes matemáticos de todos los tiempos.
Los informáticos e ingenieros indios no solo han contribuido a la innovación en suelo extranjero, sino que su trabajo es una de las principales exportaciones del gigante asiático.
La industria india de las tecnologías de la información comenzó a fines de los 80, y el llamado efecto 2000 del cambio de siglo acabó por impulsar un sector que hoy se estima que supone un 7.5% del PIB del país asiático y un 25 % de sus exportaciones.
A pesar del brillante pasado de los informáticos indios, los expertos alertan de que la calidad de la educación técnica está decayendo.
Un informe de la consultora india Knowledgefaber sostiene que de los 356,000 ingenieros que se licenciaron en la India en 2012 solo un 45% estaba capacitado para trabajar en una empresa india del sector tecnológico.
Apenas un 4,5% del total de los licenciados, es decir, uno de cada 20, contaba con la cualificación para trabajar en compañías internacionales como Google, Yahoo o Microsoft.
Narayana Murthy, cofundador de Infosys, una de las mayores compañías indias de tecnologías de la información, afirmó que incluso los nuevos alumnos de los IIT son «de calidad inferior».
De momento los ingenieros indios continúan triunfando en Silicon Valley y con Nadella al frente de Microsoft quizás el personal de la multinacional comience a jugar al cricket, el deporte favorito del CEO.
EFE