¿Qué pasó con la ciudad inteligente? Está viva y bien, pero transformándose en la ciudad hiperconectada, impulsada por análisis de datos, inteligencia artificial, Internet de las cosas (IoT) y otras tecnologías avanzadas.
Este modelo busca crear nuevas oportunidades de negocio, aumentar la eficiencia de los procesos gubernamentales y mejorar la seguridad y la salud pública.
Los beneficios vendrán con un retorno apreciable de inversión que crece a medida que se expande la conectividad.
Un hallazgo sorprendente es la medida en que las ciudades hiperconectadas, incluso algunas con grandes inversiones en tecnología, admiten no estar preparadas para los ataques cibernéticos.
Amplitud y rigor
El nuevo informe, ‘Construyendo una ciudad hiperconectada’, que analiza 100 ciudades, desde Atenas a Varsovia, Bratislava a Washington, DC, encontró que las urbes están gastando un total de 141,000 millones de dólares en proyectos de conectividad en 2019, lo que representa una inversión promedio de 1,220 dólares por ciudadano.
Esas ciudades, un tercio de ellas en países en desarrollo, tienen una población que oscila entre los 200,000 y 24 millones de habitantes.
El estudio agrupa las 100 ciudades en tres categorías: implementadores (25 ciudades), anticipadores (50) y líderes (25).
Apuestas tecnológicas
El nuevo estudio refuerza la criticidad de los datos. Un 57% de las 100 ciudades dicen que recurren a fuentes no gubernamentales para obtener esos datos, incluidas empresas, academia y redes sociales.
Eso se eleva al 80% para las ciudades ‘líderes’. Alrededor de las tres cuartas partes (76%) de los líderes describen sus ciudades como ‘avanzadas’ en la recopilación y extracción de valor de los datos, mientras que el 68% dice que utilizan un sistema de gestión de datos para integrar los datos.
El análisis de datos está creciendo en importancia. Un porcentaje significativo de ciudades conectadas analiza datos para obtener información sobre su infraestructura de TI (64%), sistemas de pago y financieros (56%), sistemas de movilidad y transporte (49%) y seguridad física y digital (46%).
Entre las 100 ciudades estudiadas, el 90% usa la nube, WiFi y tecnologías móviles, mientras que el 82% informa el uso generalizado (y creciente) de herramientas de Inteligencia Artificial, especialmente en relación con iniciativas de seguridad pública y gobernanza. Alrededor del 91% de las ciudades en el informe usan IoT hoy, un porcentaje proyectado para aumentar al 97% en tres años.
Analizando el retorno de inversión
Las ciudades en el nuevo estudio de ESI ThoughtLab dicen que sus inversiones en conectividad generan un rendimiento promedio de entre 3% y 4%.
Sin embargo, para los ‘líderes’, el retorno de inversión promedio es del 5%. La misma disparidad existe con los esfuerzos municipales específicos. Los líderes informan un retorno de la inversión del 7.1% de los sistemas digitales de presentación de impuestos, por ejemplo, mientras que el rendimiento promedio general es del 5.2%.
Las aplicaciones de transporte público digital son a menudo los primeros y más populares proyectos de conectividad. Entre las ciudades que los implementan, más de un tercio (38%) informan una mayor satisfacción de los pasajeros. Entre las ciudades que han implementado sistemas relacionados con el agua, por ejemplo, para monitorear la calidad y el uso en tiempo real, el 40% menciona mejoras en la salud pública y el bienestar de los ciudadanos.
La capacidad de generar estimaciones de retorno de inversión ayuda a las ciudades a obtener aprobaciones para sus proyectos de conectividad inteligente.
Más de dos tercios (68%) de las ciudades en la categoría líder crean un caso de negocios detallado para todos sus proyectos inteligentes, y el 64% espera demostrar un retorno de inversión positivo antes de invertir en dichos proyectos.
Ese hallazgo apunta, una vez más, al papel fundamental que juegan los datos y los análisis en los esfuerzos de las ciudades inteligentes.
Para tomar en cuenta
El nuevo estudio contiene notas de advertencia sobre la preparación de seguridad, la adquisición de talento y los problemas de privacidad y normativos.
Menos de la mitad de las ciudades encuestadas se consideran ‘bien preparadas’ para los ciberataques. Ese hallazgo sugiere que a medida que las ciudades invierten en proyectos y procesos de conectividad, se dan cuenta de sus vulnerabilidades en expansión.
Las pérdidas municipales relacionadas con eventos de seguridad cibernética promediaron 3.4 millones de dólares durante el último año, con un 11% de las ciudades perdiendo más de 10 millones de dólares, según el nuevo estudio. Las ciudades líderes informaron una pérdida promedio de 6.2 millones de dólares.
Más de las tres cuartas partes (82%) de las ciudades conectadas dicen que planean aumentar sus presupuestos de ciberseguridad el próximo año, más de un tercio en más del 10%.
Encontrar el talento tecnológico necesario es tan desafiante para las ciudades conectadas como para las empresas modernas. Menos de la mitad (46%) de las 100 ciudades dicen que su personal tiene las habilidades necesarias en análisis de datos, pensamiento estratégico y resolución de problemas para avanzar en sus proyectos de conectividad.
El uso de la tecnología biométrica está muy extendido (83%) y está aumentando, según el estudio. Al mismo tiempo, el público está empezando a rechazar el uso de sistemas de reconocimiento facial, citando preocupaciones de privacidad.
Del mismo modo, los trabajadores desconfían del uso cada vez mayor de Inteligencia Artificial, debido a la preocupación de que sus trabajos puedan automatizarse. Por lo tanto, no es sorprendente que casi la mitad (45%) de los defensores de las ciudades inteligentes encuestados digan que los esfuerzos regulatorios podrían afectar su capacidad de recopilar y analizar datos.
La inversión aumentará
El gasto general en iniciativas de hiperconectividad municipal aumentará en un 14% durante el próximo año, según las ciudades que participaron en el nuevo estudio. Los implementadores dicen que aumentarán más sus inversiones, en un promedio del 21%. El tránsito y los proyectos de tránsito están recibiendo la mayor atención, seguidos de iniciativas de seguridad y salud pública.
Entre otras tecnologías emergentes, dos tercios de las ciudades conectadas dicen que ya están invirtiendo en redes de contabilidad distribuidas de blockchain, y se espera que esas inversiones aumenten durante los próximos tres años, especialmente en las áreas de gobierno, financiamiento, construcción y mantenimiento. Las ciudades encuestadas también expresaron interés en usar redes móviles 5G, robots, drones y realidad aumentada.
El estudio ESI ThoughtLab del año pasado reveló una desconexión considerable entre los desafíos que las ciudades buscaban abordar con proyectos de ciudades inteligentes y aquellos que los ciudadanos y las empresas consideraban prioritarios. Este nuevo estudio muestra que las ciudades hiperconectadas están abordando esa desconexión.
Más de la mitad (52%) dice que es fundamental obtener el apoyo de los ciudadanos y otras partes interesadas, mientras que casi un tercio de las ciudades líderes (32%) han designado un ‘oficial jefe de experiencia ciudadana’, responsable de, entre otras funciones, la eficacia de una gama cada vez mayor de plataformas de comunicación, incluidos sitios web, correo electrónico, centros de llamadas, aplicaciones móviles, mensajes de texto y sitios de redes sociales.
El estudio anterior señaló que las ciudades inteligentes deben establecer un marco tecnológico, alinear sus iniciativas con las prioridades del gobierno, priorizar la recopilación y el análisis de datos y mantenerse al día con las tecnologías emergentes.
Un año después, el nuevo estudio señala que esos esfuerzos son solo los medios para un fin. El éxito requiere que las ciudades optimicen sus relaciones con las empresas, mejoren las interacciones con los ciudadanos y, en última instancia, eleven la calidad de vida de sus electores. Solo entonces llegará realmente la ‘ciudad hiperconectada’.
Por Susan O’Connor, Directora de Marketing en Soluciones de Industria para Sector Público en Oracle