Los entornos industriales que requieren de precisión y destreza pueden automatizarse con drones que operan por tiempo ilimitado.
La empresa israelí Airobotics desarrolló una solución con drones programables que ya opera exitosamente en grandes instalaciones donde se exige un alto grado de profesionalismo.
La nave puede operar por un tiempo ilimitado y permite el recambio de pilas agotadas, con lo cual los drones se recargan solos y retoman el vuelo para seguir trabajando.
Ran Krauss, fundador y presidente de la empresa declaró que actualmente la compañía se encuentra en conversaciones con las autoridades de regulación aérea de Australia y Estados Unidos para exportar los servicios de esta plataforma, misma que han empezado a trabajar en Israel Intel y una empresa química con muy buenos resultados.
Su fundador explicó que las funcionalidades de los drones utilizados en la industria son extensibles a otros ámbitos, como vigilancia aérea, seguridad, control de robos, incendios, fugas en instalaciones especiales, conservación de infraestructuras agrícolas, estudios energéticos, etc.
Particularmente en la industria, permiten reducir costos de mano de obra al sustituir empleados en tareas peligrosas, aumentado la calidad de los resultados profesionales más aún que los humanos, según su fundador.
El sistema robotizado se encarga de sustituir sensores, cámaras y otros elementos con los que opera para realizar sus trabajos.
Uno de los drones de la plataforma pesa unos 7.5 kg y puede transportar más que su peso, manteniendo su estabilidad de vuelo. Además, Dispone de un paracaídas, cuyo material es resistente al agua y se activa en caso de problemas y fallas de funcionamiento, trasladando la estructura de recambio de baterías al dron, dotado de un radio operativo de 3 km.
El aparato analiza toda la información recabada, que es procesada con alta tecnología para determinar patrones con distintos parámetros que ayuden optimizar los procesos industriales.
En el futuro, la compañía pretende garantizar el vuelo de sus drones en condiciones meteorológicas extremas, para extender su uso en países como Canadá, con temperaturas muy bajas o con hielo.
Con información de El Economista.es
