Ante las estimaciones de que para 2020 habrá en el mundo más de 20,000 millones de dispositivos con acceso a internet, la exigencia de elevar dramáticamente los límites máximos de capacidad de transmisión óptica, encuentra en los investigadores del University College de Londres, una solución factible.
En condiciones de laboratorio, dichos investigadores han logrado una tasa de transferencia de 1,125 Tb por segundo, lo cual permite acercarse a los límites máximos de capacidad de transmisión.
Actualmente la oferta de velocidades está en torno a los 100 gigabits por segundo. ‘Si comparamos esto con la conexión de banda ancha que en el Reino Unido definen como súper rápida, nuestro logro es 50,000 veces más veloz. Por poner un ejemplo, la velocidad que hemos alcanzado nos permitiría descargar toda la serie de Game of Thrones en un segundo’, de acuerdo con Robert Maher, líder del experimento que aparece publicado en la revista Cientific Reports.
‘Cuando comenzó la tecnología de fibra óptica, muchos pensaron que su capacidad era inagotable, que no tenía techo, pero con la demanda cada vez mayor de transmisión de datos, ha sido necesario buscar soluciones que hagan la transmisión más eficiente’, comenta Alex Alvarado, investigador asociado senior del proyecto.
‘Hemos usado también conceptos de teoría de la información, una teoría creada a mediados del siglo XX por el ingeniero electrónico y matemático estadounidense Claude E. Shannon’, agrega Alvarado, quien destaca el hecho de que el sistema creado se sirva de un único receptor y 15 canales de transmisión, agrupados en un único súpercanal.
Maher, por su parte comenta que ‘son cada vez más importantes los sistemas de comunicación óptica para transmitir enormes flujos de datos entre las grandes ciudades, países e incluso continentes distintos’. No obstante, esta técnica implica un trabajo muy fino para modular la señal que emite cada uno de los canales que conforman ese súpercanal. Esto es lo que se ha conseguido ahora para alcanzar una velocidad vertiginosa.
En este experimento, los investigadores conectaron directamente el transmisor al receptor a corta distancia: el emisor y el receptor estaban separados por un cable de fibra de aproximadamente 20 m.
‘Actualmente estamos probando estos resultados en condiciones más reales, transmitiendo datos a miles de kilómetros de distancia. Aunque aún no sabemos cuán lejos podemos enviar esta información, lo que sí sabemos es que en ningún caso, nuestros resultados podrán superar los 1,125 Tbs que hemos alcanzado. Es como un hecho teórico’, explica Alvarado.
Con información de El País