La construcción del aparato está incluido en el plan quinquenal sobre política de Defensa del Ejecutivo del primer ministro Shinzo Abe, que tiene previsto aprobar el documento a mediados de diciembre y se aplicaría a partir de abril de 2019, según reveló una fuente gubernamental al citado medio.
El denominado Programa de Defensa a Medio Plazo mencionará la necesidad de desarrollar una tecnología para «máquinas de buceo no tripuladas» que sea «adaptable a varias misiones, incluida la vigilancia», y que entrañará el diseño de una nave submarina de más de 10 metros de longitud, detalló la fuente.
El objetivo principal de Tokio sería reforzar la vigilancia en islas remotas como las Senkaku, fuente constante de roces diplomáticos con el Gobierno de Pekín.
Japón mantiene una disputa con China por la soberanía de las Senkaku (denominadas Diaoyu en chino), administradas por Tokio pero reclamadas por Pekín, y la tensión entre ambos se incrementó a raíz de la construcción de islas artificiales e instalaciones militares por parte del gigante asiático en el Mar de China Meridional.
Otra de las razones para el desarrollo de este tipo de tecnología submarina sería la escasez de miembros de las Fuerzas de Autodefensa Ejército.
Para el desarrollo de esta tecnología, que no se sabe cuándo empezará, el Ministerio de Defensa nipón llevará a cabo experimentos de detección de ondas de sonido en unas instalaciones en Iwakuni (sudoeste) que comenzarían a operar como pronto en 2021.