México firmó ayer el Acuerdo Comercial contra la Falsificación, mejor conocido como ACTA, ante el gobierno japonés, depositario del Acuerdo.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI), la firma del acuerdo tiene como finalidad «combatir de manera más eficiente el problema de falsificación y piratería en materia de marcas, invenciones, obras intelectuales y artísticas».
El ACTA, firmado por el Embajador de México en Japón, Claude Heller, establece un marco general internacional con el fin de detener el comercio ilegal de productos piratas y/o falsificados, incluyendo su distribución masiva por medios digitales.
De esta manera, México se une a países como Australia, Canadá, Corea, Estados Unidos, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda, Singapur y la Unión Europea en la firma de este instrumento.
No obstante, el tratado internacional deberá ser aún ratificado por la Cámara Alta del Congreso mexicano.
Apenas hace una semana, la aplicación del ACTA sufrió un revés cuando la Eurocámara lo rechazó con 478 votos en contra, 39 a favor y 165 abstenciones.
En noviembre del año pasado, el Senado mexicano también había rechazado el acuerdo, argumentando que «se limitaría el acceso a internet, y México estaría lejos de insertarse en la sociedad de la información y del conocimiento».
Antes, el 24 de noviembre de 2010, la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) se pronunció en contra del ACTA, ya que las restricciones que implica «podrían disminuir el ritmo de crecimiento de usuarios» de internet, 40 millones actualmente.
Según el IMPI, el ACTA pretende «una mejor protección internacional de los derechos de propiedad intelectual de los mexicanos, atraer nuevas inversiones, asegurar las fuentes de trabajo ya existentes e incrementar la creación de empleos formales, así como fomentar la creatividad, la innovación y la competitividad de nuestras empresas.»
El Instituto agregó en un comunicado que el país enfrenta un grave problema de falsificación de marcas y de piratería en distintas ramas industriales, que involucra desde prendas de vestir, calzado deportivo, música y cinematografía hasta productos que atentan contra la salud y seguridad de los consumidores, tales como medicamentos, bebidas
alcohólicas, tabaco y autopartes.»
Según datos del Foro Económico Mundial, el valor del comercio ilegal asciende a 1.3 billones de dólares y, de este universo, los rubros relacionados directamente con la Propiedad Intelectual se ubican en el orden de 360 mil millones de dólares, siendo la falsificación de medicamentos la más elevada con 200 mil millones de dólares.
El IMPI señaló que el ACTA no violenta los derechos humanos reconocidos por la Constitución Mexicana ni los Tratados Internacionales de los que México es parte.
El organismo insistió además que la aplicación del ACTA «no generará un ambiente de vigilancia o monitoreo a las actividades que se realizan cotidianamente en plataformas como internet, ni para revisar o incautar equipos de cómputo ni reproductores personales de audio o video.»
Tras conocerse la firma, en redes sociales el asunto se ha convertido en la primera tendencia fuerte en México, con los hashtags #ACTA e #IMPI.
Redacción