OpenAI ofrece plataforma virtual para desarrollo de la inteligencia artificial, sin fines de lucro.
Dentro de un mundo virtual los desarrolladores de software pueden poner en práctica ideas y algoritmos para evaluar sus propuestas, principalmente en juegos y simulaciones sencillas, utilizando la plataforma virtual de OpenAI.
Open AI es una organización patrocinada por Microsoft, Amazon, Infosys e Y Combinator, y ha recibido el apoyo de Elon Musk, fundador de Tesla, la compañía de autos autónomos.
El objetivo de esta ‘plataforma de entrenamiento’ es que la inteligencia artificial sea en el futuro segura y esté repartida de la manera más amplia e igualitaria posible, ya sea en vehículos, robots o el software que administra los dispositivos involucrados.
Hasta ahora OpenAI se ha orientado hacia propuestas aplicadas a la robótica y conceptos como el aprendizaje por refuerzo, aprendizaje automático y aprendizaje profundo, todo lo cual incluye técnicas como la exploración segura, la robustez y la escalabilidad.
Muchos de los primeros trabajos de OpenAI se orientaron hacia la inteligencia artificial aplicada al reconocimiento de rostros o a las tareas clásicas de aprendizaje por refuerzo, así como a herramientas para juegos, donde el objetivo era obtener la mayor puntuación posible o el mejor empleo del tiempo.
En esta área, la incorporación de otros juegos más avanzados y complejos que suman unos 1,000 entornos –como ‘Universe’– han multiplicado las posibilidades de uso.
Desde luego, programar agentes de inteligencia artificial es mucho más complicado que los juegos, pero en cierto modo también supone adelantar el trabajo con un buen algoritmo que analice las imágenes realistas de GTA V y sea capaz de mantener un auto en su carril con sólo ‘mirar la pantalla’.
Dentro de un sinfín de posibilidades, se puede enlazar con unas ocho líneas de código con cualquier aplicación en Internet que funcione en Flash, y por otro lado, se puede lanzar a un agente a pedir páginas web e interactuar con ellas. Esto abre la posibilidad de crear agentes capaces de entender y llenar formularios de datos, interactuar con software científico, por ejemplo Mathematica, comportarse como bots con usuarios reales y muchas otras áreas de desarrollo.
Con todo esto, no sólo se logrará el desarrollo de mejores algoritmos y nuevas inteligencias artificiales, sino también la mejora en la seguridad de su comportamiento.
En un entorno en el que muchas aplicaciones sólo pueden permitirse una falla cada 1,000 intentos o cada millón, entornos como Universe y OpenAI pueden resultar muy valiosos.
Con información de El País