El gigante de telecomunicaciones Sprint desistió en sus intenciones de adquirir a T-Mobile a causa de obstáculos regulatorios excesivos, de acuerdo con informes de The Wall Street Journal.
Desde el inicio de las negociaciones se vislumbraban problemas legales que podrían derivarse de eventuales objeciones por parte de las autoridades antimonopolio.
En junio pasado, la compañía de telefonía móvil estadounidense había anunciado un avance en las negociaciones para adquirir a su rival por 32,000 millones de dólares.
Sprint es la tercera compañía del sector en Estados Unidos y T-Mobile la cuarta, por lo que de haberse completado la operación, el mercado estadounidense de comunicaciones móviles hubiera quedado bajo el dominio de tres gigantes (Verizon, AT&T y Sprint).
El retiro de Sprint podría dejar el camino libre para la francesa Iliad, que recientemente anunció también sus intenciones de adquirir el 56% de las acciones de la telefónica.
En operaciones después del cierre de los mercados en Nueva York, las acciones de Sprint se desplomaban hasta un 16%, mientras que los títulos de T-Mobile descendían hasta un 8.5%.