Amazon, en franca competencia con PayPal, ofrece tarifas más bajas a los comerciantes más pequeños que establecen compromisos a largo plazo para usar su servicio de Amazon Pay, de acuerdo con una persona cercana a este asunto.
Con esta medida, el gigante del comercio electrónico demuestra que está dispuesto a sacrificar la rentabilidad de sus sistemas de pagos para extender su uso.
Las tarifas por deslizamiento de tarjetas son un negocio de 90 mil millones de dólares al año para prestamistas tales como JP Morgan Chase, City Group, redes que incluyen Visa y MasterCard, así como procesadores de pagos, como First Data y Stripe, que se embolsan una fracción de cada venta cuando los compradores deslizan tarjetas o hacen clic en ‘comprar ahora’.
Amazon y Walmart han podido negociar tarifas más bajas en función de su volumen de ventas masivas. Ahora, Amazon está ofreciendo pasar sus descuentos al menos a algunos comercios más pequeños.
Ante esta situación, las acciones de PayPal cayeron 4.1% el pasado miércoles, el mayor descenso desde el 8 de febrero. La compañía de pagos móviles Square borró la mayor parte de su ganancia del 3.7% desde las primeras horas del día, y Visa cayó 0.9%.
Anteriormente, los comerciantes en línea que utilizaban el servicio de Amazon pagaban aproximadamente 2.9% de cada transacción de tarjeta de crédito más 0.30 de dólar, que se repartía entre Amazon, emisores de tarjetas y redes de pago. Como parte de su experimento, la compañía ofrece negociar tarifas más bajas con los comerciantes que utilicen su servicio.
Por otra parte, los comerciantes no están dispuestos a compartir demasiada información con Amazon, que puede competir con ellos para vender productos similares en su propio sitio. la firma creada por Jeff Bezos domina actualmente el mercado del comercio electrónico en Estados Unidos, con un 43.5% de todas las ventas en 2017, según EMarketer. PayPal ha destacado su condición de competidor no minorista para diferenciarse.
Amazon Pay es uno de los muchos productos que la compañía ofrece para obtener una parte de los ingresos de comercio electrónico de otros minoristas.
Los comerciantes que venden productos en sus propios sitios web, pueden permitir que Amazon administre el almacenamiento, el embalaje y el envío por una tarifa.
A muchos les resulta más barato pagarle a Amazon por la logística, que hacerlo por su cuenta porque se benefician de los descuentos de envío por volumen de Amazon.