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Aumentan 22% ataques contra sector educativo en México

El sector de educación e investigación en México ha registrado un promedio de 3,507 ataques semanales por institución, lo que supone un aumento del 22%

Ciberataques

Los centros educativos, que manejan una gran cantidad de datos sensibles, se han convertido en uno de los objetivos principales para los ciberdelincuentes, debido a que sus medidas de ciberseguridad suelen ser insuficientes.

El último informe de Check Point Research, reveló que la educación ha sido la industria más atacada por los ciberdelincuentes en 2024.

Desde enero hasta finales de julio, el sector de educación e investigación ha registrado un promedio de 2,721 ataques semanales por institución en América Latina y 3,507 en México, lo que representa un aumento del 22% en el país.

A nivel global, el promedio semanal ha alcanzado los 3,086 ataques, un aumento del 37% respecto al año anterior, superando incluso al sector gobierno/militar.

En julio, se detectaron 12,234 nuevos dominios relacionados con escuelas, lo que evidencia el creciente interés de los ciberdelincuentes por este sector.

La región de APAC lidera en ciberataques contra el sector educativo, con 6,002 ataques semanales por empresa.

Europa, en tercer lugar, reporta 2,804 ataques semanales, un incremento del 18%. Sin embargo, Norteamérica experimentó el mayor aumento, con un crecimiento interanual del 127% en ciberataques.

De acuerdo con el informe, los centros educativos se han vuelto un blanco de los ciberdelincuentes debido a que manejan una gran cantidad de información de identificación personal (PII), lo que las hace especialmente atractivas para los atacantes.

A diferencia de las empresas, que suelen tener empleados con acceso controlado, las escuelas y universidades tienen redes más amplias y abiertas, complicando su protección.

Además, los estudiantes, al no estar sujetos a estrictas normativas corporativas, traen sus propios dispositivos, se conectan a redes públicas y no siempre priorizan la seguridad, creando así una ‘tormenta perfecta’ para los ciberdelincuentes