De los 71 millones de personas conectadas a internet en el país, son al menos 33 millones los que han visto vulnerado su equipo o información, lo que supone un 46% del total de los usuarios que han estado expuestos a robo de contraseñas, spam o el llamado DoS, una práctica que bloquea el acceso a la información.
Durante la charla «Seguridad en Cómputo» celebrada en la casa de estudios, Aguilar expuso algunas de las principales amenazas que experimentan los usuarios en general, como el ransomware y el minado de criptomonedas, que pueden provocar la suspensión de servicios clave.
El primero inhabilita los sistemas a cambio de un rescate, el segundo secuestra la capacidad de cómputo de varias computadoras al mismo tiempo.
Por otro lado, también existe el DDoS, el «problema más serio por secuestro de información a nivel institucional o empresarial», pues sobrecarga o bloquea el servicio de información, impidiendo que se haga uso de él.
«Su peligrosidad radica en que es difícil identificar la dirección IP del atacante, pues suele utilizar servidores en bloque. Una solución puede ser contar con una versión más ligera del sitio web, o un correo electrónico alterno», aconsejó la responsable de monitoreo de incidentes de la UNAM.
Otra práctica muy común es el robo de contraseñas, conocido como phishing. Ante esto, recomendó no ingresar datos bancarios, no seguir enlaces a correos o links desconocidos.
A estos métodos se suma el spam, correos electrónicos que llegan de forma masiva.
Su solución, dijo, es relativamente sencilla: evitar las cadenas de mensajes, no enviar información a muchos destinatarios ni ponerlos en copia oculta y no publicar el correo electrónico en foros públicos.
Respecto a las aplicaciones de celular, Aguilar sugirió dudar de aquellas que pidan acceder a todos los datos del dispositivo.
En cuanto a los estudiantes, el problema más común deriva del mal hábito de ingresar a sus cuentas desde lugares públicos y no cerrar la sesión.
Para finalizar, recomendó no compartir datos indiscriminadamente a través de las redes y seguir las políticas de seguridad en las empresas para minimizar los riesgos.