El Gobierno y las principales fuerzas políticas de México presentaron hoy una reforma constitucional en materia de telecomunicaciones que recupera la rectoría del Estado en este sector y promueve la competencia y la inversión extranjera.
El presidente, Enrique Peña Nieto, acompañado por los líderes de los partidos firmantes del Pacto por México, dijo que el objetivo de la iniciativa es asegurar la cobertura universal a los servicios de televisión, radio, telefonía y datos, buenos precios, así como calidad y diversidad de contenidos.
La reforma constitucional que será enviada hoy a la Cámara de Diputados obliga al Estado a garantizar la libertad de expresión, el derecho a la información, así como el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, incluida la banda ancha, explicó.
Además, establece una nueva arquitectura institucional en favor de la competencia económica y la certidumbre legal, señaló el mandatario, quien precisó que el Ejecutivo ahora no estará a cargo de otorgar o renovar las concesiones en materia de radiodifusión y telecomunicaciones.
Las concesiones deben cumplir una condición elemental y es servir al país, apuntó tras destacar que ahora prevalecerán los criterios técnicos.
La iniciativa prevé la creación del Instituto Federal de las Telecomunicaciones, que asumirá en este sector las facultades del organismo ya existente y de la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) en esta materia.
Este nuevo Instituto podrá ordenar la separación de activos de los actores económicos, en las proporciones necesarias para eliminar efectos contra la competencia.
Peña Nieto destacó que la reforma, elaborada por el Gobierno y las cuatro fuerzas políticas que suscribieron el Pacto por México, incluye medidas para acelerar la competencia en telecomunicaciones y radiodifusión e impulsar el sector en el «menor tiempo posible».
En la era del conocimiento no tener acceso a estos servicios es una «nueva forma de analfabetismo y de exclusión social», aseguró convencido de esta iniciativa es clave para elevar la calidad de vida de los mexicanos, acelerar el desarrollo e impulsar la productividad y el crecimiento económico.
Peña Nieto reconoció que la iniciativa, que contempla la licitación de dos nuevos canales de televisión en el corto plazo, representa «desafíos para las empresas del sector, pero también les abre nuevas oportunidades», aunque para ello deberán invertir, innovar, mejorar sus tarifas y la calidad de sus servicios.
La reforma eleva de 49 a 100% la posible participación de inversión extranjera directa en telecomunicaciones y comunicación vía satélite, así como de cero a 49 por ciento en radiodifusión.
En un informe presentado hace un año, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aseguró que la falta de competencia en el sector le ha costado a México 25,800 millones de dólares por año (1.8% del producto interno bruto).
Las empresas América Móvil y Telmex, del magnate Carlos Slim, tienen el monopolio de la telefonía móvil y fija en México, mientras que el Grupo Televisa, de Emilio Azcárraga, es la empresa dominante en televisión abierta y restringida con más del 60% del mercado.
En la primera reacción tras el anuncio, la cadena Televisa dio la bienvenida a la iniciativa y consideró positiva la competencia, «el mejor motor para el desarrollo y el crecimiento económico».
En un comunicado, destacó que se «ha preparado para competir en un campo más parejo, con nuevas reglas del juego como las que contempla la reforma», y seguirá invirtiendo en la producción de mejores contenidos.
EFE