Un grupo de investigadores canadienses encontró que el uso amplio de dispositivos móviles y redes sociales entre los adolescentes se asocia a un aumento de los problemas mentales.
La investigación, realizada por el personal médico del hospital infantil Sick Kids de Toronto, analiza los datos de estudios ya existentes sobre el empleo de los móviles e internet.
Según indica el estudio, en Norteamérica el incremento de problemas mentales entre los jóvenes durante la última década ha transcurrido de forma paralela al rápido aumento del uso de móviles y de medios sociales entre los menores.
Entre 2009 y 2014, el número de admisiones en hospitales canadienses de niñas con autolesiones creció un 110%, y el suicidio se ha convertido en la segunda causa de mortalidad entre los jóvenes de ese país.
En Estados Unidos, el número de hospitalizaciones de adolescentes y niños por intentos de suicidio o ideas de suicidio casi se duplicó entre 2008 y 2015.
Al mismo tiempo, en EU, la proporción de jóvenes de entre 13 y 17 años que posee móviles se sitúa ahora en el 89%, más del doble que hace seis años, mientras que el 70% de los jóvenes utiliza las redes sociales múltiples veces a lo largo del día cuando en 2012 la cifra era solo del 30%.
Una revisión sistemática de 20 estudios reveló que el uso de las redes sociales estaba asociado a preocupaciones con la imagen corporal y desórdenes alimenticios. En una de esas investigaciones, las jóvenes registraron un empeoramiento de su humor tras solo 10 minutos en Facebook.
Otro estudio destacó el vínculo entre el uso de Facebook con una mala salud mental y escasa satisfacción vital; mientras que varios estudios muestran que elevadas proporciones de adolescentes son adictos a sus celulares.
Los datos de EU constatan que entre 2011 y 2013 se produjo un rápido aumento de los adolescentes que no dormían suficiente. Solo en 2015, más del 40% durmió menos de siete horas la mayoría de las noches. En Canadá, los datos también mostraron números similares.
Un estudio en Australia relacionó la escasez de sueño con el uso del móvil por la noche y un estado mental depresivo con una caída de la autoestima.
Otro análisis desarrollado en Europa descubrió el vínculo entre un amplio uso de internet con impactos negativos en la salud mental.
Ante el preocupante panorama, los investigadores canadienses sugieren que los médicos que traten a jóvenes con enfermedades mentales recomienden la reducción del uso de medios sociales e internet en vez de abstinencia, pero que no lo prohíban.
‘Dada la importancia de implicar a la juventud en mitigar los daños potenciales de los medios sociales, un planteamiento prohibicionista sería contraproductivo’, añadieron los investigadores.