WatchGuard, empresa dedicada a la investigación de soluciones de seguridad informática, presentó recientemente sus nuevas herramientas de seguridad UTM (Unified Threat Management), ofreciendo al mercado una solución ‘todo incluido’ especialmente diseñada para fortalecer la seguridad de las pymes.
Se trata de un nuevo appliance de soluciones basado en XTM (Extensible Threat Manager) que provee de activos de seguridad a las empresas medianas y pequeñas, y que puede ser preconfigurado por técnicos especializados. Ello reduce la necesidad de contar con un departamento de TI especializado en seguridad y disminuye drásticamente los costos de operación e implementación, al mismo tiempo que se aumenta la productividad en las empresas y se les blinda para que operen con la confianza de que su seguridad está garantizada.
La solución de WatchGuard a nivel UTM incluye WebBloker, Antivirus, AntiSpam, Firewall y un sistema de Prevención de Intrusos, todo gestionado desde una misma herramienta que puede integrarse a centros de datos.
“Este producto es para todas aquellas empresas que no se animan a invertir en seguridad al interior de sus organizaciones por los altos costos que representaba, o por el hecho de no contar con una base tecnológica avanzada o un departamento de TI; con esta solución pueden protegerse a costos razonables», apuntó Jorge Ballesteros, Gerente para México en WatchGuard.
Teniendo en cuenta que las pymes también manejan información sensible, Ballesteros señala que a partir de los ocho usuarios internos ya se notan beneficios en materia de seguridad y productividad.
Sin perder de vista que muchos corporativos y pymes están emigrando parte de la información que tienen en sus empresas hacia la nube, las soluciones de WatchGuard ya están optimizadas para brindar seguridad también en este tenor.
Ballesteros destacó el crecimiento de seguridad de la información en el mercado mexicano, ya que año con año viene siendo de dos dígitos y está siendo impulsado por dos vertientes. La primera tiene que ver con el marco regulatorio cada vez más estricto (fuertes sanciones por parte del gobierno a quienes no protejan sus datos adecuadamente o hagan mal uso de ellos), y la segunda con la creciente cantidad, diversidad y sofisticación de ataques informáticos.