Apple presentó recientemente su nuevo Apple Watch Series 4 con capacidad de detectar caídas o anomalías en el ritmo cardíaco del usuario, gracias al electrocardiograma (ECG) que incorpora.
Con este aporte, el reloj inteligente sienta las bases de un nuevo período del desarrollo de este dispositivo que habrá de impactar a la industria de la salud.
De hecho, el Apple Watch Series 4 eclipsó la presentación de los nuevos iPhone, con sus funciones, su renovado diseño con menos bordes, sus componentes internos mejorados y más precisos, con el cual se sientan las bases para un nuevo periodo robustez del dispositivo.
La posibilidad de detectar, registrar y estudiar la actividad física del usuario, se ha convertido en el principal atractivo del dispositivo, que fue actualizado para mejorar su capacidad de detectar diferentes actividades incluyendo un chip GPS.
Ahora, el reloj incorpora funciones para registrar los síntomas de fibrilación auricular o alertar la caída excesiva del ritmo cardiaco, lo cual es especialmente importante para personas mayores, más propensas a padecer problemas cardiovasculares, y además amplía sus potenciales usuarios entre jóvenes y deportistas.Su aprobación para uso médico por la FDA, la agencia estadounidense encargada de la seguridad de medicamentos y alimentos, marca un hito en este segmento del mercado, y convierte al Apple Watch en algo más que un complemento del iPhone.
‘Es muy prometedor que se incluya la posibilidad de realizar un electrocardiograma en dispositivos, como el Apple Watch’, dice Aritz Gil Ongay, médico residente de cardiología del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander. ‘Los resultados que arroja en diferentes estudios son alentadores’.
Disponer de un archivo histórico del ritmo cardiaco podría facilitar el trabajo de un cardiólogo: ‘La fibrilación auricular denominada paroxística se caracteriza precisamente por aparecer y desaparecer continuamente y de manera impredecible, a menudo sin la percepción del propio paciente, por lo que una herramienta en la muñeca hace mucho más fácil este diagnóstico, antes de que lo confirme un médico’, dice Juan Díaz Castillo, médico residente en anestesiología y reanimación en el hospital Virgen Macarena de Sevilla.
Este control ‘constante’ del ritmo cardiaco por el usuario supone un importante incremento en el costo sanitario, indica Gil, debido a un posible aumento de primeras consultas y revisiones de pacientes de bajo riesgo.
Incluso, ante la hipotética aprobación y adopción de estos dispositivos por un sistema sanitario público, resulta prometedora la posibilidad de que se recojan datos de millones de usuarios para realizar estudios a gran escala que permitan formular recomendaciones de salud pública.
Apple ha comenzado a trabajar con compañías de seguros como Aetna, lo que podría hacer que miles de personas reciban subsidios por el reloj. La entrada del fabricante en un mercado tan grande como el de la salud permitiría distanciar aún más su producto de la competencia.
Las nuevas fronteras de la tecnología de consumo podrían no estar definidas por la velocidad del procesador o la apertura de la lente que tienen las cámaras de los dispositivos, sino por los algoritmos de inteligencia artificial, la miniaturizacion de los componentes y la creatividad de las compañías para traducir los avances en bienestar para el usuario.