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La autenticación biométrica como escudo digital

La autenticación biométrica emerge como una herramienta fundamental para enfrentar el creciente fraude digital, ofreciendo mayor seguridad y eficiencia al usuario

En 2023, los fraudes de identidad representaron el 70% de las amenazas digitales detectadas, mientras que los ataques de presentación biométrica (PAD) aumentaron un 40% en el último año.

Frente a este panorama, la autenticación biométrica se posiciona como una solución clave, ya que el 64% de los consumidores la prefiere sobre las contraseñas tradicionales.

Además, el uso de inteligencia artificial en la detección de vida reduce en un 99% el riesgo de fraude biométrico, permitiendo a las empresas disminuir los intentos de fraude en un 80% al implementar verificaciones con múltiples capas de seguridad.

 

Características de la autenticación biométrica

La autenticación biométrica es un método de identificación basado en características físicas únicas, como reconocimiento facial, huellas dactilares, escáner de retina, voz y patrones de comportamiento.

Aunque esta tecnología ofrece altos niveles de seguridad, también implica riesgos si no se implementa adecuadamente, como la posibilidad de monitoreo sin consentimiento o vulnerabilidades en la protección de datos.

El incremento de los ciberataques a nivel global refuerza la urgencia de adoptar medidas de seguridad más sólidas. Según Cybersecurity Ventures, los costos del cibercrimen podrían alcanzar los 10.5 billones de dólares en 2025, un incremento significativo frente a los 3 billones registrados en 2015.

 

Retos y soluciones

Daniel Mazzucchelli, Director de Expansión de Sumsub en Latinoamérica, destaca la importancia de validar rigurosamente la identidad de los usuarios y proteger sus datos personales.

Según el experto, la autenticación biométrica es preferida sobre contraseñas y tokens de seguridad debido a su facilidad de uso, privacidad y eficacia para prevenir el robo de identidad. Además, su integración en esquemas de autenticación multifactorial refuerza la protección contra amenazas avanzadas, como los deepfakes.

A pesar de sus ventajas, la tecnología biométrica enfrenta desafíos como:

  • Violaciones de datos: Las filtraciones pueden exponer información sensible de manera irreversible.
  • Errores de autenticación: Los falsos positivos o negativos pueden afectar la seguridad y la experiencia del usuario.
  • Preocupaciones sobre privacidad: Algunos usuarios son reacios a compartir sus datos biométricos.
  • Cumplimiento normativo: Las regulaciones varían según la región y exigen medidas específicas para el manejo de estos datos.
  • Falsificación: Tecnologías avanzadas pueden replicar rasgos biométricos, requiriendo mecanismos robustos para su detección.

Un caso emblemático es el de 23andMe, una empresa de pruebas genéticas que en octubre de 2023 sufrió una filtración de datos que expuso la información personal y genética de casi 7 millones de personas. Esto resalta la necesidad de proteger los datos biométricos con medidas de seguridad avanzadas.

 

Fortaleciendo la seguridad biométrica

Para mitigar estos riesgos, la autenticación biométrica debe combinarse con estrategias como:

  • Autenticación multifactorial (MFA): Integra biometría con otros métodos de verificación para mayor protección.
  • Biometría multimodal: Utiliza múltiples rasgos biométricos para mejorar la precisión y seguridad.
  • Inteligencia artificial y detección de deepfakes: Permite identificar intentos de suplantación con tecnologías avanzadas.

En opinión de Mazzucchelli, la autenticación biométrica no solo refuerza la seguridad, sino que también mejora la experiencia del usuario al eliminar la necesidad de recordar contraseñas. Su evolución junto con la inteligencia artificial y los modelos multifactoriales la convierte en una solución eficaz para enfrentar las amenazas cibernéticas y garantizar un entorno digital más confiable.