La rápida convergencia de la Inteligencia Artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT) y Blockchain, está aportando un gran valor a las empresas y las personas que utilizan estos nuevos servicios.
Claramente se habla mucho sobre la IA, mientras que la automatización es una prioridad para brindar mejores experiencias conforme se elevan los niveles de eficiencia para las empresas.
El IoT, por otro lado, ha sido un tema recurrente en los últimos años y su función es llevar el análisis en tiempo real a los procesos automatizados (de los cuales la AI forma parte). El IoT genera un flujo de trabajo sofisticado para personalizar las experiencias que las empresas ofrecen a sus clientes y usuarios.
¿Y Blockchain? Cuando empiezas a ofrecer servicios personalizados es probable que necesites acceder o almacenar cantidades grandes de información personal, lo que requiere una arquitectura de seguridad mucho más fuerte a la que hemos visto en el pasado con el modelo centralizado.
Debido a que Blockchain es una arquitectura distribuida que utiliza criptografía y un concepto de “escribe un registro una sola vez”, brinda un valor enorme a los casos de uso que se requieren como parte de las transformaciones digitales para mejorar la validación de algunos de esos datos sin alterar las bases de datos existentes, las cuales cumplen con varios requerimientos de cumplimiento.
Todos esos factores combinados proporcionan una solución muy potente y pienso que estos se implementarán juntos de manera mucho más frecuente en el futuro cercano.
Un caso de uso muestra el beneficio de converger la IA, el IoT y el Blockchain
Imagine llevar puesto un dispositivo que monitoree su ritmo cardiaco y nivel de ejercicio todos los días. El dispositivo contiene toda su información personal (identidad, incluyendo reconocimiento facial y de huella digital; información de contacto; datos sobre su médico, medicamentos, alergias, etc.).
Por motivos de seguridad, las funciones biométricas cifradas se almacenarían en una arquitectura de base de datos Blockchain, sin alterar las bases de datos que se utilizan para las cantidades grandes de datos y el cumplimiento regulativo necesario para los propios datos.
Su aseguradora médica asume con seriedad su salud y constantemente monitorea los diferentes aspectos de esta a lo largo del día por medio de los dispositivos wearables que usted ha registrado con ellos.
Mientras asiste a un evento, su wearable reporta un ritmo cardiaco anormal. La AI, a través del análisis, determina que esa anormalidad es un precursor de un ataque cardiaco. Un evento se activa de inmediato para notificar a su médico y proporcionarle todos los datos relevantes de los últimos días. Su médico observa un suceso grave y envía a una ambulancia por usted para que lo lleve al hospital.
Sus wearables indican su ubicación exacta, que se envía al equipo de respuesta de emergencia con todos los datos necesarios para que lo atiendan. Cuando llega al hospital, el sistema enlazado a su divisa digital personal (digamos, el bitcoin), que también utiliza Blockchain, le permite ingresar y pagar por una habitación privada.
El proceso activado por la IA brindó una experiencia completamente automatizada que le salvó la vida.
Casos de uso infinitos en desarrollo
A medida que la gente continúa vislumbrando escenarios como este, me doy cuenta de cómo la IA, el IoT y Blockchain convergerán rápidamente para brindar experiencias sumamente valiosas a los clientes y los ciudadanos. No se trata de algo futurista. Todo esto ya es técnicamente posible hoy —existen casos de uso infinitos que se están desarrollando en este momento y que cambiarán la manera en que vivimos—.
Por Jean Turgeon, Vicepresidente y Director Tecnológico de Avaya