El fundador y CEO del gigante chino de telecomunicaciones Huawei, Ren Zhengfei, matizó en la sede de la compañía en Shenzhen (sureste de China) que, incluso en la situación actual, las ventas alcanzarán en 2019 entre 240 y 250 millones de unidades -el año pasado alcanzaron 200 millones, cifra ya superada este año en octubre- y añadió: «Las cosas van a ir cada vez mejor».
«Podemos sobrevivir, pero no es lo que buscamos. No tenemos intención, y no lo apoyo, de hacer todo, todas las innovaciones, nosotros mismos. No es nuestra estrategia a largo plazo», indicó el ejecutivo, quien aseguró que Huawei cuenta con «buenos cimientos» para resistir tras la aplicación de sanciones por parte del gobierno estadounidense.
Ren reconoció no obstante que la imposibilidad debido a esas sanciones de contar con la tecnología de Google -como su sistema operativo, el popular Android– ha afectado especialmente en sus mercados fuera de China: «Tenemos que ralentizar un poco nuestros negocios (en el resto del mundo)», especialmente en lo referido a teléfonos inteligentes.
El fundador de la compañía acusó a Estados Unidos de «volar a los países y cabildear para que no compren equipos de Huawei», algo pese a lo que, afirmó, esas naciones «siguen comprando a Huawei»: «Pese a que EU es poderoso, la confianza de los clientes lo es aún más».
El directivo afirmó que, actualmente, la supremacía tecnológica pertenece a Estados Unidos: «Es como el monte Everest, y China quizá está por detrás, a los pies del Everest».
Siguiendo con esta metáfora, Ren reclamó a EU que permita que el resto del mundo utilice sus avances tecnológicos y predijo que, si se niega, se arriesgará a que los demás países traten de conseguirlos por otros medios: «Sin duda, habrá alternativas. Creo que los demás países deberían cavar su propio pozo en lugar de confiar en el agua que se funde desde la cumbre del Everest».
Con respecto a la relación de la compañía con las firmas estadounidenses, Ren reiteró su disposición a seguir colaborando con ellas, aunque reconoció que ninguna ha hablado con Huawei sobre licencias de redes de quinta generación (5G), tecnología estrella de la empresa cuya aplicación ha generado recelos en Occidente.
«Se ha exagerado con la tecnología 5G. La gente ve esa pequeña caja (las antenas) como si fuera una bomba atómica que representa una gran amenaza, pero nunca he pensado que lo sea», criticó.
Sobre las dudas en torno a si los dispositivos de Huawei son seguros y las acusaciones de que los utiliza China para espiar, Ren dijo: «Solo somos un vendedor de equipos. Nuestra responsabilidad es garantizar que nuestros equipos están libres de esos problemas. Estamos dispuestos a adquirir ese compromiso con gobiernos de todo el mundo».
Ren bromeó al ser preguntado por qué no se reúne directamente con el presidente estadounidense, Donald Trump, para tratar la situación de Huawei: «No tengo un canal de comunicación con él, no tengo su número de teléfono. Me reuniría con él, sin duda. Él tiene aviones privados y puede venir a China en cualquier momento, pero mi avión es de papel, y si llueve, puede caer».