Ha sido toda una sorpresa: el iPhone SE es un compendio brillantemente integrado de lo mejor de las diferentes versiones del equipo, y parece que Apple ha dado en el clavo, ya que las primeras previsiones anticipan que el dispositivo está siendo un auténtico éxito en ventas.
Lejos de ser considerado un móvil de bajo costo, se ha convertido en un objeto de deseo en el mercado. La demanda es tal que es necesario pasar un buen rato en espera en la tienda online de la compañía para adquirir el codiciado móvil. De hecho, la espera estimada es entre 2 o 3 semanas, algo poco habitual en un equipo de venta masiva como lo es un móvil.
Con este equipo, Apple está dando un giro a la fiebre de las grandes pantallas en los smartphones y ofrece una solución mucho más accesible para los bolsillos, esto, sin renunciar a un rendimiento que lo sigue situando en lo más alto de la categoría.
Fuentes relacionadas con la cadena de montaje en China sostienen que Apple se habría visto obligada a duplicar el pedido de componentes ante la avalancha de pedidos del ‘pequeño de la casa’.
Con esto, se hace evidente que existe todavía un mercado para los móviles pequeños, que además de ser cómodos y de sostenerse en la mano, ofrecen una excelente duración de la batería, algo que es especialmente demandado por usuarios.
Habría que considerar, además, las implicaciones de la imagen corporativa de la marca, que tiene connotaciones de status y aspiracionales entre los consumidores, a un precio asequible.
Aunque inicialmente este equipo se habría orientado fundamentalmente como una puerta de entrada de Apple en los mercados emergentes, lo cierto es que está yendo más allá respecto a las expectativas de ventas.
Con información de El País
