Un grupo de científicos del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen, China, desarrolla un casco que mejora la actividad cerebral y la memoria.
El dispositivo opera mediante la manipulación de las ondas cerebrales puede mejorar las funciones mentales, por ejemplo estimulando la memoria o reduciendo la ansiedad.
El profesor Wei Pengfei, líder del equipo, explica que casco podría ayudar a los niños que padecen de trastorno de deficiencia de atención e hiperactividad, así como pacientes con depresión, alzheimer, afasia o parkinson.
El aparato desarrolla métodos de estímulo no invasivos al usar sensores de electrodos que identifican las ondas cerebrales y les envían pulsos que pueden alterarlas, lo que regula la actividad de las neuronas.
Los científicos encabezados por Wei experimentan con roedores, primates y humanos, aunque también han elaborado modelos digitales de cerebros mediante inteligencia artificial para medir en ellos la actividad cerebral e identificar posibles zonas y parámetros de actuación del casco.
Experimentos iniciales con pacientes humanos mostraron que tras usar el casco durante 15 minutos pueden memorizar mejor cadenas de palabras, letras o números, y los resultados son especialmente notables dos horas después de los tests.
El instituto de Shenzhen quiere aumentar el espectro de pruebas clínicas en hospitales, con pacientes diagnosticados con problemas tales como autismo o esquizofrenia.
El estudio de tecnologías para estimular el cerebro, al principio mediante implantes quirúrgicos, se inició hace medio siglo, aunque con el cambio de milenio ha derivado a métodos menos invasivos, similares a los electroencefalogramas, y modelos computarizados.