Intel presentó hoy en México la nueva familia de procesadores para escritorio Intel Core serie S de 10a generación, compuesta por los modelos i3, i5, i7 unlocked e i9 unlocked.
Uno de los integrantes más destacados de esta nueva serie es el Intel Core i9-10900K, catalogado por la propia compañía como ‘el procesador para gaming más rápido del mundo’, con 10 núcleos, 20 hilos y velocidades que alcanzan hasta los 5.3 GHz con Intel Thermal Velocity Boost.
La nueva familia de procesadores ofrece diversas características que se adaptan a todo tipo de perfiles, desde gamers y creadores de contenido hasta usuarios de oficina u hogar.
Durante la presentación a medios, Diego Garza, director de ventas de Intel México, destacó que durante este periodo de confinamiento por el COVID-19, el uso de videojuegos y el comercio electrónico ha crecido de manera importante. Además, la palabra ‘gaming’ se ha acelerado en búsquedas en Google.
La cuarentena obligada también ha beneficiado a la compañía tecnológica en el aspecto financiero, pues en marzo se registró un aumento interanual del 50% en ventas de laptops a través de la canal de Intel, según Garza. También, los ingresos año a año crecieron 34%, mientras que los ingresos durante el primer trimestre tuvieron un alza del 13%.
El rango de precios de estos procesadores oscila entre los 2,800 y los 12,000 pesos, aproximadamente, dependiendo las necesidades de cada usuario.
Características principales
- Hasta 187 FPS (cuadros por segundo) para el rendimiento en el juego durante la transmisión y grabación, en comparación con la generación anterior, y hasta un 63% más de cuadros por segundo en juegos en comparación con una PC de 3 años de antigüedad.
- Edición de video hasta un 12% más rápida, en comparación con la generación anterior, y edición de video hasta un 15% más rápida, en comparación con una PC de 3 años de antigüedad.
- Edición de video 4K un 18% más rápida, en comparación con la generación anterior, y hasta 35% más rápida, en comparación con una PC de 3 años antigüedad.
- Un aumento en el rendimiento general del sistema de hasta un 31%, en comparación con una PC de 3 años de antigüedad.